miércoles, 25 de mayo de 2011

REACCIONAR

Han sido numerosos los análisis realizados sobre las elecciones municipales y autonómicas. En todos ellos priman algunas causas ( y no pocas consecuencias) comunes: el peso de la crisis, la generalización de derrotas socialistas en otras Comunidades,las divisiones internas puntuales... pero estas "reflexiones profundas" sin reacciones ( en frío) se quedan en mera retórica. Es por lo tanto, el momento de hablar de propuestas y de reconocer ( y sobre todo corregir) errores. Pero cada cosa a su tiempo.
La "matraca" de que Extremadura ha hablado y quiere que gobierne el PP es una falacia si se revierte reafirmando un gobierno y unas políticas de izquierdas. Para ello tenemos como principal reto demostrar con nuestras acciones que el PSOE es un Partido de izquierdas. Y cuando no nos comportemos así, que justamente nos sancione la ciudadanía.
Hay por tanto muchos puntos de encuentro con IU y sin lugar a duda un duro trabajo para restañar históricas heridas. Nos toca a los socialistas reivindicar el pulso progresista. Eliminar la etiqueta de "derecha camuflada" con la que algunos nos han obsequiado, extendiendo errores cometidos en nuestra singladura ideológica reciente y en la puesta en marcha de paquetes de medidas nunca entendidas por el electorado más afín.
El PSOE a lo largo de su historia ha sabido salir reforzado de múltiples dificultades. Este viraje aún más a la izquierda nos va a venir muy bien. Hay que volver a recuperar el sentimiendo de agrupaciones de masas. La presencia colectiva. El aire urbano que ahora se nos ha deteriorado. Sin descuidar la cercanía que consolidamos en la excelente gestión realizada en las localidades más pequeñas. Para eso se necesitan líderes capaces de arropar a los actuales y contagiarnos de esa multitud crítica que ahora nos ha dado un serio aviso. ¿Si en otros tiempos lo hemos hecho, por qué ahora nó?

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