Escribo estas líneas un 20 de noviembre.
Justo unos días después de haber asistido en Valencia de Alcántara a unas
impresionantes Jornadas, organizadas por el PSOE provincial de Cáceres. En
ellas se centraron buena parte de las intervenciones en poner en valor el
rescate de la dignidad, tanto física como moral, de los asesinados por el
franquismo y que fueron tirados durante varias décadas en la mina Terría. Por
cierto, tal como me comentaron en una ocasión los responsables del grupo de
trabajo Aranzadi, la exhumación más compleja a la que se hayan tenido que
enfrentar ( como bien nos describió la doctora Laura Muñoz, un pozo de más de
25 metros relleno de agua).
Y a otro pozo queremos referirnos. Al
pozo del olvido, de donde hemos rescatado todas estas historias de vidas
truncadas para traerlas al presente. Por eso, nos recordaba Guillermo Fernández
Vara, no fue un día triste. Las emociones tenían, necesariamente, que aflorar pero
debían mezclar varios tipos de sentimientos. La alegría con el dolor.
La voz quebrada de Miguel Ángel Morales
puso en valor el carácter humanitario de lo que estábamos haciendo. Las labores
de identificación, el ponerle nombre a los huesos. El reconstruir los hechos.
En definitiva, el generar conocimiento histórico bajo bases empíricas.
Uno de los momentos culminantes fue el
encuentro entre Conchita Viera y Zapatero. El Presidente confesó en público que
le había enamorado. Ella, por su parte, le replicó con una frase impactante, “
tú diste vida a la Memoria”.
Nos hicieron ver que aquellos patriotas
merecieron honor y no la muerte. En efecto, rindieron honores, sin duda. Había
que tener paciencia democrática para recuperar la Memoria. Ahora, sin embargo,
tenemos urgencia en reivindicarla.
Es cierto, que somos una generación que
lloró por los que lloraron. Por eso, tan importante como luchar por reivindicar
las obras de los que se fueron, lo es que eduquemos nuestros sentimientos.
Discursos pol
íticos,
testimonios orales de las familias, intervenciones académicas de los
especialistas…. Momentos memorables que nos sirven para sacar del corazón
aquello que algunos pretendieron sepultar en el pozo del olvido. Gracias a
todos los que lo hicisteis posible.