martes, 25 de octubre de 2016

JUSTICIA UNIVERSAL


Esta semana en la Asamblea hemos debatido sobre los Derechos Humanos. Sobre la Justicia Universal. Sobre la no prescripción del dolor. Sobre el acompañamiento a las víctimas.
Queríamos que se reconociera el sentimiento de pérdida de aquellos que sufrieron torturas, ejecuciones, violaciones… de los que aún se encuentran desaparecidos.
Queríamos que el Gobierno de España atendiera a la reclamación del grupo de trabajo de la ONU sobre desapariciones forzosas e involuntarias. Tan simple como que cumpla con las obligaciones de un Estado que es proteger a las víctimas de cualquier tipo de abuso.
Vivimos en un sistema democrático y tenemos que demostrar, una vez más, que no somos iguales que los verdugos de la Dictadura franquista. Que respetamos las leyes. Que tenemos, cuanto menos, superioridad moral sobre ellos. Aunque solo fuera por motivos emocionales y de respeto, se lo debemos a los familiares de las víctimas.
Tenemos todavía numerosos temas pendientes por resolver: como son las inhumaciones en contra de su voluntad en el Valle de los Caídos, los obstáculos continuos al cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, la impunidad en las miles de desapariciones, en el robo de bebés, en las dificultades para la retirada de los símbolos franquistas, en el acceso a determinados archivos o en el vaciado de la Ley por parte del Partido Popular al despojarla de Presupuesto para llevarla a cabo.
Así pues, haremos todo lo posible para poner en valor los ejemplos de tolerancia y respeto que proporciona la vida en democracia. Eso comienza por reconocer y asumir que en la Historia reciente de España se cometieron muchos errores que es necesario reparar para conseguir avanzar juntos y no perpetuar los enfrentamientos.
Cuando se apela a la Ley de Amnistía de 1977 o a la prescripción de los delitos, se pretende poner obstáculos a una decisión que podríamos dejar, al menos, en manos de los jueces. Porque los Derechos Humanos, no son de izquierdas ni de derechas. Tampoco las fosas.







martes, 18 de octubre de 2016

DEBERES ESCOLARES


Esta semana hemos debatido en la Asamblea de Extremadura sobre los deberes escolares en las primeras etapas de formación, es decir, en Primaria. La postura del grupo parlamentario PSOE-SIEX ha sido la de involucrar a toda la Comunidad Educativa en su pronunciamiento a través de los representantes que tienen en el Consejo Escolar de Extremadura: padres y madres, alumnado, administración, grupos políticos, sindicatos…
Hemos querido constatar la disparidad de opiniones, el listado de elementos presuntamente positivos y negativos, la necesidad de buscar equilibrios entre el esfuerzo y la felicidad de los que están comenzando a aprender.
Hemos recordado a aquellos padres que se quejan porque sus hijos nunca traen tarea a casa. También a aquellos que no son capaces de comprender ( incluso asumiendo parte de la responsabilidad) el hecho de que unos niños salgan de su casa a las 8 de la mañana y hasta bien avanzada la noche no paren ( entre clases, actividades extraescolares y deberes).
Hemos analizado el problema que se ocasiona cuando los progenitores en lugar de supervisar se tienen que dedicar a realizar los trabajos encomendados: bien por el pánico a que sus hijos los lleven al día siguiente mal hechos, bien por el temor a que ni siquiera los hagan.
En definitiva, hemos estado hablando durante una jornada de lo importante: del futuro, de las generaciones jóvenes, de la Enseñanza, de la madurez y de la inocencia. De la  vida.
Sin gritos, sin acusaciones, con sosiego y claridad. Evitando tirar balones fuera, salvo cuando la derecha volvía a incidir, para cambiar de tema, que les preocupaban más otras cosas.
Creo que siempre necesitaremos un tiempo para hablar de educación. No queremos ser como aquellos malos estudiantes, que de manera inmediata eligen otros caminos más fáciles para, con el paso del tiempo, arrepentirse del error que cometieron.



martes, 11 de octubre de 2016

CORRER


La semana pasada, con ocasión de asistir al éxito de la presentación de un libro sobre iniciación al “running”, de un excelente amigo, me surgieron una serie de reflexiones que quisiera compartir.
No podemos caer en el absurdo de plantear este asunto como una moda, como una superación social al encontrarnos nuestras calles inundadas por gente que corre, que hace deporte, que camina, que se esfuerza a diario… Tampoco valen las disputas de los puristas por la terminología: runner, atleta, corredor popular…
Todo ello hace que, casi siempre nos evadamos de lo principal: no se trata de iniciarnos en la actividad física regular. Se trata de consolidar el hábito. No se trata de principiantes. Se trata de buscar la fidelización.
Se huye de mantenerse en la carrera, en la mayoría de las ocasiones, al asociar la frustración que se origina cuando se plantean objetivos a cumplir excesivamente pronto. Cuando no se prioriza la salud o la convivencia con los compañeros. Cuando no se comparte y se hipertrofia lo que presuntamente se realiza.
Por eso considero que una actividad que cada vez mueve a un mayor número de gente. Que cada día se reinventa. Que cada vez nos pone delante de los ojos nuevos retos, necesita hablar claro y tenerle el respeto que se merece.
De esto han aprendido algunas empresas que están facilitando la realización de ejercicio en horario de trabajo al comprobar, desde el punto de vista económico, que le salen mucho más rentables tener empleados sanos. De esto tienen que aprender aquellos que se calzan por primera vez ( o tras mucho tiempo de inactividad) unas zapatillas: hay que controlar nuestro estado físico: y qué mejor que una prueba de esfuerzo o un reconocimiento médico.
Si se quiere abundar más, se buscará ayuda de profesionales o amigos que te asesoren. Se perseguirá dormir, comer de forma adecuada a lo que queremos conseguir. Pero sobre todo, se buscará estar mejor contigo mismo ( correr es un método fenomenal para pensar y poner claras tus ideas) y con la gente que te rodea. Compartir puede convertirse en una palabra talismán.


martes, 4 de octubre de 2016

EXTREMEÑOS


Resulta trascendental divagar, opinar, tratar de influir, agrupar, bloquear, tergiversar, interpretar….  sobre nociones relacionadas con el futuro de España. Sin duda, interesante, y a lo que muchos nos hemos dedicado bastante tiempo durante las últimas semanas. Cierto es, que lo que suceda en Madrid va a influir y determinar la singladura de nuestra región.
Sin embargo, no lo es menos que mientras tanto la vida sigue. Y aquí, en nuestro entorno, los problemas hay que solucionarlos. Alguien debe evitar poner el foco fuera y recordar que es prioritario solventar el día a día de nuestros ciudadanos.
Los responsables públicos no están cejando en su empeño, pero, como en otras facetas, lo mediático desvía la atención.
De esta forma y sin el ánimo de ser reiterativo, es conveniente insistir, a modo de ejemplo, en que se ha hecho un esfuerzo titánico para poner en marcha un nuevo curso escolar con numerosas novedades: con más profesores, más programas educativos, mejor diseño de las rutas del transporte escolar, con comedores escolares, becas….en un intento de aunar calidad y cantidad. Tratando de corregir los ineludibles desajustes que ante tamaña empresa se suceden y que no deben quedar más que relevados a la categoría de anécdota, al mismo tiempo que se intentan solventar.
En otros campos sucede lo mismo, en la sanidad, en la dependencia, en las políticas de vivienda, en el campo extremeño, en las obras e infraestructuras… los funcionarios, los políticos, los trabajadores… no cejan en su empeño de mejorar incansablemente. Y se debe contar.
Por no obviar el tema que va a capitalizar nuestra atención: la necesidad de contar con unas finanzas saneadas, con unas cuentas públicas claras, con una intención, ese es el significado del concepto “presupuesto”, de poder contar con medios económicos para ejecutar todas las medidas que se programan en cada una de las consejerías. Con el apoyo, las sugerencias, las contribuciones de los agentes implicados. Con la negociación y el diálogo. Con las palabras. Y fundamentalmente, con los hechos y los balances, que son lo que harán realidad revalidar la confianza que los ciudadanos extremeños ponen en sus políticos. Estamos en ello.