miércoles, 31 de octubre de 2018

BRECHA GENERACIONAL Y MEMORIA


Hace unos días asistí como ponente en Zalamea de la Serena a unas Jornadas organizada por las Juventudes Socialistas de la provincia de Badajoz. De entrada, me sorprendió agradablemente, encontrarme con un nutrido grupo de jóvenes, que desde el viernes al domingo, se reunían para escuchar diferentes intervenciones centradas en temas de igualdad, Memoria, feminismo, participación de la mujer en política, asuntos colectivos…. Esto viene a corroborar el interés por esas generaciones, a las que ya se nos acaban las letras del abecedario para etiquetar y que muestran, desde la atalaya de sus preocupaciones y sus propias culturas, un conjunto de inquietudes sociales y políticas muy alejadas de la apatía que las mentes más conservadoras nos han pretendido inocular.
A mi me tocó, acompañado de Miguel Ángel Gallardo, hablarles de Igualdad y Memoria. De nuevo me encantó el largo y profundo debate tras las intervenciones. La parte esencial, desde mi punto de vista, fue hacerles ver, a raíz de una de sus preguntas, cómo desde la educación se puede romper la brecha generacional que haga atractiva la Memoria Histórica a los jóvenes. No olvidemos que fueron prácticamente las terceras generaciones, los nietos de los asesinados y represaliados, los que hicieron posible el movimiento memorialista. Ahora, sin embargo, nos encontramos con un sistema educativo que adolece de la imperiosa necesidad de transmitirles estos contenidos. De enseñarles toda la Historia de España. De describirles los horrores de la Dictadura y mostrarles la enorme diferencia que hay con la actual Democracia. De indicarles cuál fue el camino transcurrido en la Transición para llegar a ello. De volver su interés hacia las víctimas. De recordarles las dificultades que tuvieron las mujeres que decidieron inmiscuirse en política.
En ese sentido es responsabilidad de las instituciones y del profesorado llegar al convencimiento que la introducción de estos temas en el curriculum hace preciso su impartición en todos los niveles.
Fue bonito ver que gente que está saliendo de la adolescencia se te acerque y te pregunte. Por eso, respondiendo a otro de sus compañeros, lo que más duele es el silencio y la mentira. Lo que más nos gustaría es que los torturadores de los estudiantes universitarios de los años 60 y 70 fueran conocidos en las lecciones de Historia que reciban nuestros alumnos. Lo que precisamos ahora, que se acusa de alimentarse  la extrema derecha, nutrida de discursos xenófobos y excluyentes, es tener claro la educación en valores que prefiere no tenerlos al lado, por muy numerosos que pretendan ser o por los gritos y amenazas que profieran. Esa es la pedagogía necesaria y, sin duda, tenemos una buena cantera para recibirla.


martes, 23 de octubre de 2018

LOS MITOS DE LA TRANSICIÓN


Recientemente una diputada del PP en la Asamblea de Extremadura manifestaba, sin ningún tipo de rubor, que la izquierda española despreciaba la Transición.
Sería recomendable que leyera un poco más. Que hablara con los protagonistas que aún están vivos. Que no tratara de generalizar y entendiera que existen los matices, como hemos señalado en más de una ocasión.
Cierto es, que en torno a la Transición se ha elaborado un aura de leyenda que ha tratado de desacreditarse por un extremo o de ensalzarse, en algunos casos, por otros.
Sophie Baby, en su libro “El mito de la transición pacífica: violencia y política en España (1975-1982)” reflexiona en el sentido de que ante el debate de ruptura o reforma, lo que se produjo fue un híbrido, fruto de un gran consenso.
Nos encontramos con situaciones en las que no hay que minusvalorar la importancia o influencia de las movilizaciones colectivas: de abajo a arriba, la  cultura de la negociación y los pactos.
Por otra parte, un tema muy recurrente ha sido la violencia política en la Historia del siglo XX en Europa. Y España no es una excepción. Por eso, la violencia que se produce fundamentalmente en las décadas de los 70 y 80 nos desvían del mito de transición pacífica, sin derramamiento de sangre, que algunos historiadores han querido plasmar, apuntando, si acaso, a momentos puntuales como el 23-F o el terrorismo vasco.
Se ha olvidado, en numerosas ocasiones, el papel de las víctimas y su Memoria en aras de no empañar un modelo que ha servido para países que dejaban regímenes autoritarios
El caso real es que nos encontrábamos en el momento fundacional de la actual democracia ( hace unos días nos lo recordaba el profesor Enrique Moradiellos). La sociedad española ha cambiado mucho durante estos últimos 40 años y si antes no se podía hablar, comentar o criticar alguno de estos temas, ahora podemos encontrarnos, en otro extremo, también  injusto, de echar por tierra todo lo que se avanzó en unos momentos especialmente convulsos.
En nuestro imaginario colectivo debe quedar el esfuerzo del gradualismo que ha supuesto pasar de una Dictadura a una Democracia en un espacio de tiempo en el que era fácil que convivieran elementos distorsionadores.





miércoles, 17 de octubre de 2018

FEDERALISMO


Hace unos años, la Fundación Alternativas nos reunió a un grupo de intelectuales extremeños para debatir sobre lo que entendíamos que podía ser la España plural. La semana pasada, dentro de los denominados “Diálogos en el claustro”, han traído, de nuevo a Mérida, a Nicolás Sartorius  junto a Eduardo Madina. En esta ocasión para departir sobre el concepto de federalismo.
Cierto es, que a lo largo de nuestra Historia reciente ha sido un asunto no resuelto, pese a los tímidos ( y escasos ) intentos por implantarlo. Sin embargo, ha originado equívocos, como le pasó a alguno de los asistentes a este debate que asociaba el federalismo con el republicanismo. Y no siempre ha sido así. Ni tampoco lo es ahora.
Pongamos algunos ejemplos. Durante la Segunda República española se implantó un régimen centralista que quiso dar paso a lo que podría convertirse en un Estado de las Autonomías. Pero no sin resistencias. No es baladí recordar ( por algunas similitudes con la realidad actual) las masivas protestas en buena parte de España ( las manifestaciones en Cáceres son prueba de ello) que se realizaron cuando se estaba debatiendo en 1932 el proyecto de Estatuto de Autonomía de Cataluña. Por no insistir en el fallido proyecto extremeño ( impulsado por las dos Diputaciones y que pretendía incluir a la provincia de Huelva, buscando una salida al mar).
En el momento presente no es lo mismo el caso de Francia y el de Estados Unidos, por poner dos países con un sistema territorial muy diferenciados y en los que ambos son República.
Por esa razón, una vez más, parte del problema es el concepto: la palabra tira, de entrada, para atrás. La han asociado a separatismo. Quizás sea necesario hacer pedagogía avanzando gradualmente hacia el federalismo profundizando en el desarrollo del Estado de las Autonomías o modificando algunos aspectos legislativos.
Sin embargo, como indicaba Madina, nos empeñamos en gastar muchas energías en la cuestión territorial y dejamos de lado la insistencia en las políticas sociales. Unas políticas que deberían ser comunes para la totalidad del Estado y con la garantía de la igualdad de oportunidades en cualquier parte que nos encontremos.

Ahora, por el contrario, tenemos significativas diferencias que pueden servir de caldo de cultivo para que populismos de izquierdas y de derechas socaven la credibilidad del modelo de convivencia que tanto nos ha costado.

miércoles, 10 de octubre de 2018

DEPORTE Y SOLIDARIDAD


Comienza una nueva temporada en el ámbito deportivo y vemos como las calles de nuestros pueblos y ciudades se llenan de actividad. Todos coincidimos en que es preciso buscar vínculos entre la base y la élite, cuidando desde las instituciones públicas el crecimiento progresivo de ambos sectores ( un buen ejemplo podría ser la presentación esta semana del equipo de voleibol “Extremadura Cáceres Patrimonio de la Humanidad”).
Sin embargo, no es menos cierto, que se ha producido, afortunadamente, una oleada de pruebas donde la participación es cada vez más masiva y diversa. Nos estamos refiriendo, fundamentalmente, a las denominadas carreras populares, y dentro de éstas, al predominio de un ambiente festivo junto con la necesidad de ser útiles a la sociedad, convirtiendo el esfuerzo, el deseo de mejora de la calidad de vida o, simplemente, las ganas de pasarlo bien, en un toque solidario con todo tipo de buenas causas.
Así, hace unos días centenares de corredores inundábamos el Parque del Príncipe de Cáceres utilizando nuestras zancadas para contribuir a la investigación del cáncer infantil. A ello se le suman todo tipo de competiciones con el objeto de ayudar a las Fundaciones o entidades que persiguen fines sociales cuya financiación siempre resultará precaria.
De esta forma el calentamiento, las camisetas con la leyenda impresa que nos recuerda los motivos de la carrera, las charlas posteriores, el ambiente con las familias y los amigos, nos llevan a un mismo fin: conseguir que una actividad sea a la vez útil y placentera.
Vemos desde chicos jóvenes hasta abuelas, desde atletas semiprofesionales hasta otros apoyados en bastones para caminar. Pero juntos llegamos todos a la meta. Como una metáfora de lo que nos une. No cesan los gritos de ánimos, desde el primero hasta el último.
En definitiva, estamos de lleno ya ante una nueva temporada, repleta de vida, de gente en las calles, de movimiento, se sentimientos y sensibilidad. Allí estaremos.





martes, 2 de octubre de 2018

CENTENARIOS


Esta semana se han celebrado dos actos interesantes para el reconocimiento de lo que ha aportado el movimiento obrero a la ciudad de Cáceres. Por un lado 100 años de Casa del Pueblo y, por otro, el centenario de la fundación de la Agrupación del PSOE local.
Desde 1913, cuando las sociedades obreras decidieron legalizarse inscribiendo en el Registro del Gobierno Civil sus Estatutos, pasaron 5 años hasta que se decidieran a adquirir un inmueble donde poder celebrar sus reuniones. Un lugar que sirviera de punto de encuentro para innumerables actividades culturales, educativas, de concienciación social y política…
Ese mismo año de 1918, 57 cacereños decidieron constituir el PSOE local. Hablábamos en una tertulia de radio el historiador Fernando Jiménez Berrocal, la Secretaria General del PSOE de Cáceres y el que escribe estas líneas, sobre lo que había representado la presencia en la vida pública de los socialistas cacereños. Coincidíamos los tres en que lo que mejor nos definía era la lucha por la igualdad y en cómo el PSOE ha estado presente, como protagonista, en todos los grandes avances acontecidos en Cáceres en los últimos 100 años.
Hemos ido al socaire de la evolución de su sociedad. Representamos el progreso frente al inmovilismo y el retroceso que supusieron los gobiernos municipales de derechas. Siempre hemos estado ahí, incluso sufriendo represión, tortura y muerte.
Fue una mujer socialista la que dio el  primer mitin en una barraca de la plaza de San Juan, una mujer, Carmen Heras, nuestra primera alcaldesa y una mujer, nuestra actual Secretaria General. Unimos pasado, presente y futuro con las mismas ganas a lo largo de tantos años.
Nuestros alcaldes, Antonio Canales, Juan Iglesias, Carlos Sánchez Polo y Carmen Heras dejaron una huella indeleble y difícilmente superable.
Si durante la Segunda República las preocupaciones de los socialistas cacereños fueron la lucha contra el paro, la construcción de escuelas, infraestructuras, la mejora de la cultura…, en pleno siglo XXI el horizonte y las perspectivas que ocupan nuestro tiempo son las mismas.

Siempre nos verán en el camino de la reivindicación, en la confrontación de ideas y en la búsqueda de mejores condiciones de vida para nuestros conciudadanos. Inauguramos segunda centuria.