Parlamento viene de “parlare” que
significa hablar. Ha pasado un nuevo periodo de sesiones en la Asamblea. Un año
más durante el que hemos hecho propuestas, votado, discutido, debatido,
confrontado…
Se ha tratado de poner en público las iniciativas,
no simplemente de aplaudirlas.
Exponerlas, analizarlas, modificarlas si llega el caso.
Hemos comprobado las dotes oratorias de
algunas de sus señorías. El aguante o la falta de sensibilidad de otras. Las
provocaciones. Los abrazos.
Hemos convivido en un espacio diseñado
para que se escuche la palabra. Y para que perduren las sentencias. Para ello
se han contado con la inestimable ayuda de las tecnologías de la información y
de la comunicación que permiten, a cualquier ciudadano, seguir Plenos,
Comisiones, actos, a través de la página web de la Asamblea en el momento en el
que lo estimen oportuno. O recuperar sus documentos.
El anecdotario posiblemente se escribirá
en las publicaciones que suelen conmemorar los aniversarios que regularmente se
suceden. Pero me quiero quedar con la presunta contradicción que llega a
suponer el combate dialéctico y, a veces, casi llegando a algo más que el
simple intercambio de adjetivos, y el buen ambiente que se acostumbra a
percibir en los espacios comunes entre diputados de cualquier ideología y/o
partido.
Eso es también la democracia. El respeto
al diferente. No resulta fácil en determinadas situaciones, pero hay que
aclamar que en Extremadura, salvo muy puntuales excepciones, lo estamos
consiguiendo.
Evidentemente, eso redunda en el progreso
y en la facilidad del trabajo parlamentario. En la mayoría de las ocasiones, no
se perciben excesivas trabas
burocráticas para llevar adelante las propuestas. Se suele ceder en los
tiempos, en el ordenamiento de los temas, en la secuencia de los asuntos…. con
la obvia asunción de que cada grupo defiende los intereses y el programa de los
votantes a los que se debe y por encima
de todo, el interés general de Extremadura.
Tras unas semanas de cambio de actividad,
seguro que en septiembre volveremos con la fuerza y las ganas del que comienza
de nuevo.