domingo, 28 de enero de 2024

SOMATIZAR

Somatizar, según aparece en los medios especializados, es un proceso donde los problemas emocionales y psicológicos son expresados a través de síntomas físicos. Si lo trasladamos hacia lo que pueden ser, metafóricamente hablando, las resoluciones que se aplican a la vida pública por parte de algunos responsables o dirigentes políticos, nos percatamos que, en muchas ocasiones, parece que actúan, no buscando el interés general de la ciudadanía, sino extrapolando alguna inquietud, ya sea personal, ya sea íntimamente vinculada a su ideología, trascendente o no para la mayoría. Si bajamos al terreno de lo concreto, entiendo que la pugna de la derecha por evitar que haya un espacio que le haga la competencia ( bien electoral, bien parlamentaria) se dirige a una apariencia de centralidad y a una demostración real de extremismo, cuando no de radicalidad. Eso, sin tener en cuenta, las veces en las que el discurso va muy ajeno y alejado a la práctica ( algo a lo que lamentablemente ya estamos acostumbrados). De esta manera podemos ver cómo se buscan enemigos imaginarios. Es el caso de la Junta de Extremadura con el Gobierno de la nación. La estrategia consiste en rehuir la solución de problemas cercanos o buscar la interlocución con los afectados y con aquellos que pueden influir o intervenir en la resolución de las demandas que afectan a nuestros paisanos. Así, nos encontramos con una pérdida de tiempo constante en lo que coloquialmente se conoce como “ raca raca”. Se le da vueltas a los temas, se cambia de lugar la “ pila”de documentos, se inicia un trasegar de las cuestiones de un Departamento a otro, se dan ruedas de prensa o declaraciones a los medios, con la única misión de descalificar al proponente ( a la oposición) y una vez tras otra, se acusa recibo de que los que deben trabajar en el tema siempre tienen que ser los otros. Por ese motivo, sería importante que a las hojas de ruta, con el nombre rimbombante de planes reflejados en acrónimos, se le acompañe, al menos, un listado de datos con fechas, números, responsables de ejecución y rendiciones de cuentas. De lo contrario, seguiremos somatizando, es decir, interrogándonos desde el interior sobre la manera de hacer que aquello que nos afecta salga al exterior convertido en un problema público. A mi juicio se trataría de lo contrario. Hay que buscar fórmulas, si ya es difícil o complicado el encuentro con los que no opinan como tú, sí que al menos den una respuesta efectiva y sin maquillaje ni matices a lo urgente y lo importante. Para ello se necesita talla y a la vez cintura política. Estamos a la espera.

domingo, 21 de enero de 2024

Deber de Memoria

Señalaba el filósofo Reyes Mate en un artículo, del que prácticamente plagiamos el título, que el deber de Memoria nos exige reflexionar sobre la Historia política que nos llevó a la catástrofe, así como sobre la influencia de los nacionalismos. En nuestro caso, a la denominada últimamente “ guerra de España”. Esta es una de las razones, por las que instituciones, como la Diputación de Cáceres, se vuelcan en rescatar del olvido y en concienciar sobre la importancia de la Memoria Histórica y Democrática. Y lo va a poner en marcha, a través de proyectos con la Universidad de Extremadura, implicándose en la educación, en la actuación en museos y en actividades interdisciplinares, como pueden ser la música, la literatura, el arte.. En el lado opuesto, nos encontramos con la indigencia intelectual de una derecha regional que sigue insistiendo en no comprender conceptos tan bien definidos en la Ley autonómica actual, como es la definición de víctima. Posiblemente quieran derogar esta norma que nació, no sólo del consenso, sino del esfuerzo conjunto entre las Asociaciones, la Universidad y la Administración. Y lo justifican bajo preceptos falsos, como ya hemos comentado. Sería más comprensible, a mi juicio, explicar que lo van a hacer porque desean elaborar una nueva Ley más acorde con su ideología y que por consiguiente, es posible que esté muy alejada de lo que supuso la lucha por la Democracia y que, por lo tanto, se convierta en una Ley un tanto respetuosa con la Dictadura franquista, sus torturadores y asesinos ( dado que como ya han apuntado se pretende buscar la equidistancia, a lo que añadimos nosotros, ficticia: como se ha reiterado multitud de veces: no se puede equiparar a víctimas y verdugos). Sin embargo, y con el ánimo de ser positivos, aunque poco crédulos, animo a la Junta de Extremadura a continuar las actuaciones de Memoria Histórica, como las exhumaciones que anunció recientemente la Directora General en la Comisión de Cultura y a colaborar con otras instituciones ( como el Estado, la Universidad o las Diputaciones). Pero, más bien, tal como se ha expresado la propia Consejera, están presentando una despedida de estas iniciativas: hasta ahora había una preocupación por recuperar y dignificar. Veremos a ver qué pasa con la prevista Ley llamada de Concordia que, en principio, cuenta con la oposición manifestada por el movimiento memorialista. Esa unilateralidad debería hacernos pensar, como aludíamos al principio de la columna, en la reflexión que nos llevó a la catástrofe. Ejemplos como las miles de sentencias extremeñas de condenados por la Dictadura que se custodian en los Archivos Históricos Militares son una prueba más. En definitiva, si alguien pretende dignificar a las víctimas franquistas, que se pregunte, si acaso no lo han estado ya durante más de 40 años de Dictadura. Que se pregunten si acaso existe alguna en Extremadura en una fosa, mina o cuneta. Y si fuese así, que se las saque, como se hace con las víctimas de la represión franquista. Pero para eso no hace falta una nueva Ley.

domingo, 14 de enero de 2024

Jubilar las ideas

Voy conociendo a mucha gente que me traslada su decisión ( a veces obligación) de jubilarse. Son mayoritariamente personas que han mantenido una vida tremendamente activa y que, en buena parte de los casos, se mantienen en una excepcional forma, tanto física como mental. Algunos te trasladan sus primeras intenciones en estos momentos de paso a una nueva actividad. Y digo bien, una nueva actividad, porque, tras escucharles unos minutos, te despliegan una inmensa batería de acciones, que posiblemente dejarían sin fuerzas a muchos otros más jóvenes. En efecto, se suele abrir un amplio panorama para poner en marcha o profundizar en iniciativas que anteriormente, ya sea por obligaciones laborales, ya sea por multitud de otras prioridades, se iban dejando para otro momento. Sin embargo, hoy pretendía fundamentalmente hablar de las ideas. Cierto es, que algunos de los que han mantenido un protagonismo en la defensa o en el impulso de actuaciones relacionadas, bien con la ideología que habían mantenido durante muchas décadas, bien con las ideas relacionadas con ésta, muestran un deseo de buscar otro tipo de objetivos. Pero, no lo es menos, que cada vez es más frecuente, coincidir con individuos que se mantienen más que firmes, militantes, en la consecución de las líneas que han guiado sus vidas. Por eso, creo que nadie debería jubilarse de sus ideas. Pasa el tiempo, tenemos otros compromisos, incluso conocemos a otros tipos de personas muy diferentes a las que habitualmente nos rodean. Y la añoranza por evaluar los cambios acontecidos con nuestras aportaciones nos vuelven a llenar de optimismo en unos casos, de esperanza en otros y en muchas ocasiones de ganas por pelear, por luchar e intentar llevar a cabo los propósitos que completan los esquemas mentales que han predominado en los debates mantenidos. También es cierto que han aumentado los segmentos de población que, ya sea por voluntad propia, ya sea por exigencias de sus empresas, pasan a esta nueva etapa quizás antes de lo previsto. A ello se le suma, no solo el aumento de la esperanza de vida, sino fundamentalmente su calidad. De esta forma, tenemos ante nuestros ojos un elevado número de personas con un amplio horizonte para hacer cosas o contribuir a que otros las mejoren. Así, sí que no se pueden jubilar las ideas.

domingo, 7 de enero de 2024

¿OLVIDAR O ASUMIR?

Se cuestionaba el psiquiatra Carlos Castilla del Pino si de cara al futuro que era lo mejor: olvidar el pasado o asumirlo. Era como un intento de visión neutra que amnistiaría el franquismo para luego historiarlo. Es lo mismo que hemos venido escuchando por parte de algunos de los protagonistas de la Transición: fueron momentos en los que la máxima a seguir era la búsqueda de consensos, fundamentalmente porque vivieron rodeados de una cuerda muy, muy floja tratando de evitar luchas cainitas. Otros intelectuales lo definieron de manera mucho más acelerada: “ por si…” La realidad de España había hecho que el desarrollo económico y social de nuestro país a partir de los años 60 facilitase el acceso a la democracia. Por eso fue muy importante el papel de la sociedad civil ( a veces minusvalorado frente a la omnipresencia de los políticos). El sociólogo y profesor de ciencia política Juan José Linz insistía en no obviar que estamos ante un régimen autoritario en el que es muy importante el papel desempeñado por el dictador y en el que el pluralismo político estaba muy limitado ( solamente a los partidos y asociaciones afines al Régimen) El historiador Charles Powell, haciendo un juego de palabras, recordaba que más que una dictadura militar era la dictadura de un militar. No olvidemos que el origen de su poder ( ya lo hemos comentado en otras columnas de opinión) viene de la tradición de golpes o pronunciamientos militares habidos en España durante el siglo XIX, ya sea por iniciativas o propuestas civiles, ya sea a instancias del propio estamento de una parte del Ejército. Estamos, por consiguiente, ante un tema muy recurrente no solo para los asuntos relacionados con la Memoria, sino también con los de la más candente actualidad y siempre desde la libertad que da ejercer la opinión, a la vez que se trata de argumentar, con razonamientos lógicos, los posicionamientos. En un proceso en el que, desde determinados sectores, nos piden que dejemos atrás lo que de manera casi despectiva vienen a denominar “ la guerra de los abuelos” se obvia que partiendo de la importancia del análisis de los hechos, lo que viene a resultar imprescindible es la profundización tanto en las causas como en las consecuencias de los acontecimientos. Se nos llena la palabra de conceptos como Democracia o Libertad y si somos consecuentes y coherente con lo que predicamos, deberíamos dotar de contenido a nuestras manifestaciones. Ambos derechos no han venido por sí solos, son el resultado de un largo, y en muchas ocasiones, doloroso, camino de encuentros y desencuentros. Estamos obligados a conocerlos. No demos la oportunidad a la digresión que incluya olvidar y asumir.

martes, 2 de enero de 2024

PALABRAS

En estos días en los que con todos los que nos encontramos compartimos buenos deseos y manifestamos nuevos propósitos, resulta llamativo escuchar a algunos dirigentes de la derecha una petición rodeada de enorme solemnidad: pedir la unidad de todos los extremeños para reivindicar cambios de variada índole ( económicos, culturales, educativos, sanitarios o sociales). Para, a continuación, señalar que la culpa de la gestión que nos ha llevado a la situación en la que nos encontramos es de los socialistas. Se trata, sin duda, de un intento fallido a la hora de buscar consensos. Así, nunca podrán lograr la unanimidad de los esfuerzos. Para eso, mejor decir que las cosas se van a hacer pese a que buena parte de la sociedad esté en contra ( porque para eso tenemos mayoría…). Incluso, en ocasiones, aunque sean una minoría los afectados y sea terriblemente injusta la decisión tomada ( y encima no beneficie a mucha gente) sólo se busca destruir lo anterior ( lo que se viene denominando “ la herencia”). De esta forma, y volviendo a terminología actual, en ese afán de ganar “ la batalla por el relato”, Directores Generales, portavoces parlamentarios, líderes de las derechas…, siguen insistiendo en que hay que remar en la misma dirección, en búsqueda de la igualdad y con una única voz. Pero no tiene sentido. Son únicamente palabras. Es algo parecido a lo que sucede con la extrema derecha extremeña, que reniegan de sus orígenes y piden que no se les ponga el calificativo de “extrema” ( si bien también pasa entre algunos socialistas cuando han buscado eufemismos para no ser identificados como personas de izquierdas). Complejos de identidad. Lo que no es menos cierto es que la derecha, con la Presidenta de la Comunidad a la cabeza, comenzó la nueva etapa política tras las elecciones de mayo faltando a su palabra. Así continua y nos tememos que así terminará esta infausta legislatura. Vox, para ella, ironías de la vida, es ahora un socio fiable. Por consiguiente sería bueno que a la hora de hacer balance de estos primeros 6 meses nos centremos en comparar en qué hemos cambiado. Cojamos cada departamento, área o consejería y analicemos si estamos mejor o hemos retrocedido. Abandonemos el discurso y mostremos los datos. Aunque para la ciudadanía le puede resultar enormemente confuso ver cómo ante un mismo tema se ofrecen perspectivas muy diferentes. Quizás sería bueno, aquí también. un mediador que pudiera mostrarnos la verosimilitud de las afirmaciones, muchas de ellas contradictorias que se lanzan unos y otros. Que el nuevo año nos ilumine.