lunes, 29 de junio de 2015

LA GENTE


Con cierta frecuencia los políticos, cuando queremos generalizar el objetivo de nuestros mensajes, insistimos en que nuestra máxima preocupación son los problemas de la gente. Tratando de conceptualizar, muchas veces sería apropiado pedir concreción, ¿ a quién nos referimos?,  ¿ quién es la gente?,  ¿ es un lugar común?,  ¿ se trata de frases hechas?...
Por eso me agradó el discurso del Secretario General del PSOE de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en el último Comité Regional cuando, partiendo de la base de esta presunta simplificación que he enunciado al comienzo del artículo ( hablar de la gente para solucionar sus problemas, preocuparnos por la gente…), incidió en un ejemplo particular: el de aquellos que cuando encendían el televisor y le escuchaban se sentían identificados: ¡ esos son la gente de la que estamos hablando!
A ellos fue dirigida la pasada campaña electoral. Esa que ahora desde el principal partido que va a estar en la oposición arguyen haber perdido por el cúmulo de lo que denominan la tormenta perfecta: la crisis económica, el desgaste del Gobierno, la pérdida de credibilidad de su marca ( esa que escondían), el ascenso de los partidos emergentes, la lucha por ocupar la centralidad del espectro…
Sin embargo los socialistas no necesitamos reinventar nada: seguimos trabajando de la mejor manera que sabemos hacerlo: obsesionarnos por buscar soluciones a los problemas, hablando, esta vez sí, en “extremeño”, mezclarnos con el sufrimiento y contagiarnos con sus alegrías, celebrar actos públicos masivos, movilizar al electorado, hablar, hablar y hablar…
Fueron momentos en los que desde la derecha se había tratado de plagiar o parafrasear desde un planteamiento más progresista a Daniel Bell o desde principios muy conservadores a Fukuyama proclamando el fin de las ideologías. Pero éstas estaban bien vivas: la izquierda, como hemos podido comprobar ampliamente en España, gozaba de una excelente salud. Ahora precisamente, cuando nos vamos a encontrar con una tremenda, pero ilusionante, tarea por realizar, la corrección de los desequilibrios se va a basar, precisamente, en ordenar los problemas: en eso consiste la ideología.






lunes, 22 de junio de 2015

COMENZAMOS

COMENZAMOS
El sábado pasado asistí con enorme alegría a la toma de posesión de un gran amigo, Juan Cortés Margallo, que se estrenaba como concejal socialista en un pueblo extremeño: Talaván.
Si es revelador de lo que va a suceder a partir de ahora el ambiente que precede a este tipo de actos, no lo es menos el disfrutar con la escenografía creada al efecto: los nervios previos antes de subir al Pleno, los discursos, las conversaciones entre correligionarios, votantes, adversarios políticos y vecinos en general, así como la expectación hasta el último minuto por si acaso surge alguna sorpresa.
Han sido muchas horas de preparación las que culminan  en este compromiso adquirido. Muchas sesiones de trabajo con su equipo. Muchas visitas a las Asociaciones, colectivos y personas interesadas. Muchos aluviones de propuestas para configurar un Programa. Todo confluyó este sábado en el solemne Salón de Plenos del Ayuntamiento, abarrotado de público.
Sin embargo me gustaría resaltar cómo desde el minuto cero ejerce sus funciones un concejal. Nada más salir de la toma de posesión recorrimos la localidad y tuvimos ocasión de ver cómo las primeras demandas se hacían visibles.
Por un lado, porque percibías la necesidad de cambiar algunas cosas que estás viendo que pueden ser mejorables, pero, por otro, porque al ser electo te das cuenta que la gente se acerca a ti con la intención de solicitarte pormenorizadamente tu intercesión, tu ayuda, tu trabajo…. en definitiva que hagas realidad tus palabras.
A modo de ejemplo fue muy significativa la visita a la Residencia de Mayores. Allí pudimos comprobar la evolución en las condiciones de vida que se prestan en este servicio. Allí se pudo elogiar in situ la labor, precariamente pagada, de los profesionales que con muchos esfuerzos diariamente luchan porque nuestros ancianos estén atendidos lo mejor posible. Allí también nos percatamos de que queda mucho por hacer. Hay una  responsabilidad contraída con la sociedad para no dejar caer lo que se comenzó a construir hace años y que en los últimos tiempos ha visto ralentizado su desarrollo.

En definitiva me vine de Talaván orgulloso de tener un amigo como Juan. Un compañero que ha decidido emprender la aventura de servir a sus semejantes. Un socialista  que un día decidió que tenía capacidad de hacer muchas cosas por los demás. Comenzamos.

martes, 16 de junio de 2015

PROYECTOS

PROYECTOS
Durante estos días asistimos al deambular de miles de jóvenes por los Institutos de Extremadura para examinarse de las pruebas de Selectividad. Al margen de la idoneidad o no de este tipo de exámenes lo que subyace detrás es el germen de nuevos proyectos vitales.
Muchas horas de estudio, años de evolución académica, esfuerzos compartidos con padres y amigos, desembocan en pocas horas en la ilusión por traspasar la frontera de una nueva etapa: la que les conducirá, ineludiblemente a la madurez.
De esta forma, si dejamos a un lado los contenidos lectivos y nos fijamos en el cambio que van a experimentar, recordaremos experiencias pasadas. Veremos como en el fugaz instante de la recepción de los resultados comienzan las situaciones novedosas y por ende innovadoras para todo sujeto.
Muchos se trasladarán de residencia, para buena parte de ellos supondrá su primera muestra de emancipación, para la mayoría les deparará conocer a los mejores amigos que les acompañarán muchos años más tarde.
La Universidad como uno de los ejes principales del saber recibirá durante el verano a estos chicos y chicas con la expectación propia del que accede a lo desconocido. Con los albores del otoño las aulas se llenarán de apuntes, libros, gritos, saludos, profesores que nos marcarán, alumnos mayores de nuestros pueblos….
Pese  a la transformación sufrida en la sociedad española por culpa de la crisis económica, que ha llevado a que ya no se tenga en un simbólico altar lo que supone culminar los estudios universitarios, no cabe ninguna duda sobre el hecho intangible de que siempre supondrá un reto en la trayectoria personal.
Así el esfuerzo, el sudor, los nervios pasados por nuestros jóvenes en este mes de junio se trastocará en movimiento, alegría, inquietud y dinamismo al pasar la línea roja  que deja atrás los inolvidables años del Instituto.

Aprendemos.