martes, 26 de marzo de 2019

ACERBA


Resultan muy dolorosas las acerbas críticas que se realizan en muchas ocasiones a la acción pública por parte de determinados sectores de la ciudadanía. Por eso, en esta ocasión, quisiera centrarme, en todo lo contrario.
Voy a mostrar mi agradable percepción de cómo hay otros mundos más allá de interesados cuestionamientos.
Y, como de costumbre, me gusta poner ejemplos vividos. La semana pasada tuve la magnífica oportunidad de asistir a la entrega de unos Premios a la Innovación Educativa y a las Buenas Prácticas ( ¡bonita expresión!) en los centros escolares. Los denominados Joaquín Sama y Tomás García Verdejo, respectivamente.
Previamente estaba teniendo lugar, en el Palacio de Congresos de Badajoz un Congreso donde profesores y expertos ponían en común las nuevas metodologías que se utilizan en el aula.
Y aquí está la cuestión. Más de 1000 profesionales de la educación reunidos desprendiendo una ilusión por aprender, por innovar, por compartir que no se corresponde con la imagen que desde fuera muchos quieren mostrar de este entorno: padres agresivos, alumnos sobreprotegidos, maestros y profesores que se limitan exclusivamente a pasar el rato con ellos o en su defecto que manifiestan su hartazgo por la tensión continua a la que se ven sometidos….
Nada más lejos de la realidad lo que yo veía. Gente que pululaba de un lado a otro del recinto, que hablaban entre ellos, que preguntaban, que no dejaban ni un momento de interesarse por mejorar en su trabajo.
De eso trata esta columna. De revertir situaciones donde nos encajonamos en la desilusión. Donde aceptamos el estado de las cosas que algunos pretenden imbuirnos como el único posible. Donde nos planteamos para qué esforzarnos.
La respuesta está en la ilusión de levantarte cada día convencido de que haces lo que más te gusta. La ilusión de demostrar a los que te rodean que puedes ser útil con tu implicación. La ilusión de estar siempre aprendiendo ( que es lo mismo que decir que estás permanentemente vivo).

Así es, frente a las acerbas críticas de los cenizos, posicionemos nuestros retos. Estamos donde queremos estar e iremos donde nos gustaría ir si entre todos nos volcamos. Optimistas por naturaleza.

martes, 12 de marzo de 2019

ALTERNATIVAS


Acabo de leer el interesante nuevo libro de Guillermo León sobre la construcción de la alternativa socialista en los primeros años de la Transición en la provincia de Badajoz. La Historia, tanto la reciente como la más distanciada, es una buena muestra de cómo, aparte de aprender de ella, nos ilumina con anécdotas que hacen que sepamos apreciar lo que tenemos. También lo que hemos avanzado. También lo que se repite y no nos hace únicos. Ni en lo bueno, ni en lo malo.
Así, entre 1974 y 1978, convivían 3 opciones, tanto a nivel nacional, como regional del ideario socialista: el PSOE Histórico ( fundamentado sobre todo en la fuerza del exilio), el Renovado ( con el empuje de los jóvenes del interior) y el PSP ( que gravitaba en torno a la personalidad del profesor Tierno Galván).
Todos ellos tuvieron una singladura especial y terminaron en la unión en la fuerza que se llegó a denominar “del cambio”: el PSOE.
Resulta curioso ver las circunstancias en las que se desenvolvieron. Las discusiones entre sus primeros dirigentes. La celebración de sus primeros Congresos y elección de cargos de responsabilidad en una Democracia recién estrenada. 
La creación de las nuevas Agrupaciones locales ( muchas de ellas herederas de la Segunda República). Las dificultades, por el miedo, para lograr implantarse. Y su reverso, la ilusión.
Los primeros mítines. Las primeras elecciones. Las relaciones con los viejos veteranos y con los sindicatos, en especial con la UGT.
El poder de la memoria y de la represión. Y sobre todo, los símbolos.  Era curioso escuchar la Internacional en muchos de nuestros pueblos donde durante 40 años sólo se había oído “El cara al sol”.
También el riesgo de significarse. En ese sentido son muy atractivas algunas anécdotas, como la de Paco Fuentes, histórico dirigente de estos primeros años quien dio un mitin en la plaza de Táliga, completamente sólo, mientras el público le escuchaba desde dentro de los bares sin atreverse a salir.

Costaba trabajo ir acostumbrándose a la convivencia con los partidos políticos y sus rutinas. En Hervás, la Guardia civil irrumpe en un mitin donde los asistentes levantaban el puño entonando la Internacional. Los guardias al verlos, se animaron y lo levantaron también ellos. Otros tiempos.

martes, 5 de marzo de 2019

CAMINAR


Tengo buenos amigos que todos los días dedican una parte de su tiempo a andar. Han comprobado los beneficios de realizar esta actividad y les llena de satisfacción. Pero hoy, al hilo del camino, quisiera referirme al poeta que simboliza, por un lado la España democrática que fue vencida, por la fuerza de las armas y no de las urnas, hace 80 años y, por otro, a la deuda que tenemos todos los españoles con nuestros compatriotas exiliados.
En efecto, se trata de personalizar en Antonio Machado a todos aquellos que tuvieron que huir en contra de su voluntad de su tierra. Él lo tenía claro “ se hace camino al andar”. Pero, al igual que los amigos de los que hablaba al comienzo de mi artículo, y parafraseando al Presidente de Portugal, Antonio Costa, es mucho más importante si sabemos a dónde queremos ir.
De eso se trata, de realizar una travesía teniendo presente un horizonte. Eso fue lo que llevaron consigo los españoles exiliados: la imagen de su Patria. La idea de una España en convivencia que dejaban atrás, sepultada bajo la losa de una terrible Dictadura, que, pese al final de la contienda, seguía matando.
Otra gesta que vamos a conmemorar próximamente es el 500 aniversario de la llegada de Hernán Cortés a México. Qué duda cabe que fue un episodio histórico de enorme magnitud y que, lejos de las luces del presentismo, los historiadores tenemos la obligación de poner en valor. Pero no lo es menos, varios siglos después, recordar a nuestros hermanos mexicanos que tuvieron la gloria de acogernos en 1939. Sí, ese fue otro encuentro entre dos mundos: la oferta de un lugar para vivir a los españoles humillados por Franco ( al que la Historia también está poniendo en su sitio).
Caminos hacia Francia y  hacia América Latina fundamentalmente, pero también hacia otros lugares de Europa o el Norte de África. Caminantes que andaban, pero que sin echar la vista atrás, sabían dónde querían ir y sobre todo a lo que no querían volver.