lunes, 17 de junio de 2013

CAMINANDO EN EL DOLOR

Adjunto el enlace al artículo de opinión que me ha publicado el Periódico Extremadura bajo el título "Caminando en el dolor". http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/caminando-en-dolor_738373.html Memoria Histórica: caminando en el dolor Hablar de Memoria Histórica genera histeria, valga el juego de palabras, de los sectores más conservadores de nuestra sociedad. Enseguida saltan con una serie de improperios predeterminados, sin racionalizar, generalizando, de manera excluyente y sobre todo, sin someterse al escrutinio del diálogo o del intercambio de pareceres. Por esa razón es bueno, y un saludable ejercicio de democracia reflexiva, exponer nuestras opiniones. En el caso que estamos abordando, a mi juicio, una de las deudas de nuestro pasado reciente, empezó a quedar saldada con la aprobación de la Ley de Memoria Histórica. Si bien, para amplios colectivos quedaba mucho terreno por abonar (pues buena parte de las pretensiones iniciales se quedaban a medias), no es menos cierto que fue un primer gran avance. No creo que a nadie le perjudicara que se pudiera enterrar los restos de los desaparecidos. Tampoco creo que a nadie le hiciera daño que se homenajeara (por sus afines o simplemente por aquellos que quisieran valorar su trabajo) la memoria de muchas personas que tuvieron un papel protagónico en la vida de nuestros paisanos en la década de los 30. No menos importante fue la divulgación de libros, la realización de Jornadas, la edición de documentales.... en las que no se pone impedimento a las ideologías. A nadie le debería extrañar que, como sucede en Europa (nuestro referente más inmediato) no sea políticamente correcto exaltar los símbolos de la Dictadura. Sin embargo, con la llegada de la derecha al Poder nacional, la Ley ha quedado difuminada. Han desaparecido los medios que permitían desarrollarla o meramente poder llevarla a cabo. En este sentido, es muy plausible la labor de la Junta de Andalucía, donde un gobierno de izquierdas ha apostado por la continuidad en este tipo de Programas y por, en la medida de sus posibilidades, continuar con el máximo número de ayudas para reparar las sensibilidades dañadas, incluso planteándose la elaboración de una norma legal autonómica. Igualito que en Extremadura, donde se había realizado un ingente trabajo con la coordinación de distintas instituciones: Junta, Diputaciones y Universidad y a las que, día tras día se le están poniendo todo tipo de obstáculos para conseguir lo que se ha hecho en el Gobierno de Madrid: dejar en papel mojado las intenciones de la Ley. La primera en desmarcarse fue la Diputación de Cáceres al no contribuir con la parte que le correspondía por Convenio, pero es que la Junta de Extremadura tampoco está poniendo mucho de su parte. Apoyada por IU que no vemos tampoco en este asunto que contenga las ínfulas de destrucción de todo lo que suene a progresía se hace corresponsable de la eliminación de los campos universitarios de trabajo este verano, de la supresión de ayudas a la investigación, de la disminución de la atención a las víctimas del franquismo, de los palos en la rueda a las prospecciones.... ese debe ser lo que ellos entienden como un giro a la izquierda en el gobierno de Extremadura. La Memoria Histórica (y Democrática, añadiría yo) debe comprender los vestigios de nuestro pasado, algunos que nos llenarán de orgullo, otros de rabia, los menos de indiferencia y que agrupan desde las actuaciones de los políticos republicanos, pasando por el drama de la guerra, la oscuridad de la Dictadura para desembocar en la Transición, época por cierto que, en nuestra Comunidad, necesita una amplia investigación y difusión. Pese a quien le pese y parafraseando a Los Piojos, seguiremos caminando en el dolor. .

martes, 4 de junio de 2013

MIRARNOS EL OMBLIGO

Adjunto el enlace y el texto de un artículo de opinión publicado en El Periódico Extremadura: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/mirarnos-ombligo_735857.html?fb_action_ids=609650375719535&fb_action_types=og.likes&fb_source=aggregation&fb_aggregation_id=288381481237582 MIRARNOS EL OMBLIGO O BUSCAR SINERGIAS COMUNES Cada vez que alguien con responsabilidades políticas se pronuncia sobre un tema interno de Partido en público, rápidamente surgen numerosas alusiones en forma de respuesta airadas que tratan de hacer ver que estamos poco preocupados por resolver los problemas de los ciudadanos y que nos obsesionamos con “lo nuestro” ( que por cierto sería objeto de otro debate de más profundidad). Cierto es que la política contemporánea ha evolucionado en las últimas décadas hasta trasladar el concepto de organizaciones de masas y convertirse en el destino donde se instalan cuadros y en el mejor de los casos un grupo de fieles que asumen todos sus dogmas. Por otra parte nos encontramos, contrarrestando ese presunto desinterés por la política ( falso a mi juicio), con una ciudadanía cada vez más organizada en otro tipo de movimientos sociales ( que no tienen por qué ser incompatibles con los Partidos, no hay más que recordar cómo en los años de la Transición muchos de los principales cargos de elección eran nutridos por personas que procedían del Asociacionismo).. Estos colectivos se expresan en su gran mayoría afanados en mostrar su independencia, en ocasiones de los Partidos, en otras de las ideologías, pero siempre con un denominador común con calificativos variados: indignados, combativos, no resignados... Por consiguiente habría que buscar el punto de encuentro entre lo que supone escucharles y atenderles sin despertar la suspicacia que representa para los militantes de los partidos políticos sentirse permanentemente escrutados cada vez que te acercas a ellos. Está claro que queremos ayudarles a solucionar sus problemas: ¡ son los nuestros! Hace unos días escuché con gran acierto a un prometedor dirigente del PSOE señalar que “si a España le iba bien, a mi Partido también”. Es el momento, pues, de buscar sinergias comunes. Recuperar y preocuparnos por lo que está fuera. Dejar, como dice el título del artículo de “mirarnos el ombligo”. Volver a estar presentes de manera activa en la Universidad, en las Asociaciones de Vecinos, en las fórmulas de respuesta novedosas como las sucesivas “mareas”... La reiterada crítica sobre la disonancia entre Partidos, políticos y sociedad es en buena parte de las ocasiones una generalización interesada por parte de aquellos que están interesados en que nada cambie.