domingo, 28 de abril de 2024

JÓVENES Y MEMORIA DEMOCRÁTICA

El pasado fin de semana, la Fundación CIVES en colaboración con la Diputación de Cáceres organizó unas Jornadas de Formación, Reflexión y Convivencia sobre Memoria Democrática, Educación y Ciudadanía. Comenzaré señalando la suma atención que puso durante todo el día el amplio auditorio que concurrió a todas las ponencias y mesas ( por cierto, de muy variada índole: asociaciones, profesores y alumnos de Secundaria, Adultos y de Universidad, filósofos, artistas, experiencias museológicas y temáticas específicas, como fue el caso de la dedicada a mujer y memoria). Sin embargo, el centro de atención lo puso la activa participación de un grupo de alumnas y alumnos de 6 institutos de la región ( 3 de Cáceres y 3 de Badajoz). Dejaron asombrados al público con el nivel y calidad de sus exposiciones. Nos contaron, guiados por sus profesores, cómo habían desarrollado un amplio conjunto de experiencias y actividades, tanto en el aula como extraescolares, relacionadas con la aplicación en el currículum de los temas relacionados con la Memoria Democrática. Fue la prueba palpable de que hay esperanza. Si los veteranos activistas suelen propalar sus doctrinas, investigaciones, opiniones y es recurrente la alusión, la apelación más bien diría yo, a la participación de las generaciones más jóvenes, lo vivido el sábado nos iluminó y nos dejó la sensación de que hay un impresionante relevo dispuesto a coger el testigo de la defensa de los valores democráticos. Es ese compromiso conjunto entre el alumnado, su profesorado y la comprensión y aceptación de la comunidad educativa, la que hará posible que, pese a aciagos anuncios de retroceso, haya una voluntad de estas terceras y cuartas generaciones por mantener viva la transmisión de la historia más reciente. Fundamentalmente, como nos comentaban, al perder testimonios orales de los principales protagonistas y empeñarse, al menos en recuperar los mensajes que les cuentan sus padres y abuelos. Todo ello se complementa con el empuje hacia investigaciones más académicas, espoleadas con la habilidad y destreza que tienen en la utilización de nuevas tecnologías. En ese sentido, se insistió durante toda la Jornada en la necesidad de cumplir las Leyes, de aplicar lo que se dice en ellas relacionadas con el ámbito educativo: la impartición de los temas correspondientes, la formación del profesorado, la colaboración con la Universidad y la realización de actividades extraescolares vinculadas todas ellas al impulso de la Memoria Democrática. Sí, fue una Jornada memorable en la que concluimos sugiriendo abrir más espacios, con más tiempo, con más participación, a la presencia de los jóvenes y la Memoria.

domingo, 21 de abril de 2024

VIOLENCIA POLÍTICA

Estos días la atención mediática está puesta en la escalada bélica por el conflicto en Oriente Próximo ( por cierto, qué pronto se silencian otros conflictos, tanto más cercanos, como el de Ucrania, o los permanentes estallidos en otros escenarios, como el África central y oriental…). Es el aprendizaje de la destrucción, como escuchaba alarmado en las noticias, lo que hace posible que se produzcan ensayos para observar cómo se puede hacer más daño. Nuevamente, debemos hacer un recordatorio de nuestra historia más reciente. Así, ya Kennedy, en la década de los 60, hacía una apelación a la necesidad de aumentar el armamento como elemento disuasorio bajo el irónico comentario de “ armas para la paz”. Inspirado posiblemente en el adagio latino “ si vis pacem, para bellum”. Unos años después, por buena parte de las capitales y grandes ciudades europeas ( también con amplio seguimiento en España), tuvo lugar un impresionante despliegue de la ciudadanía manifestándose en las calles como un auténtico movimiento pacifista al grito de “No a la guerra”. Se tenía la loable intención de detener la conocida como guerra de Irak. Y casi llegando a nuestros días tenemos la herencia que nos ha dejado el terrorismo, tanto el de ETA como el de grupúsculos de extrema derecha, entre otros. En este sentido, hay estudios que indican que buena parte de nuestros jóvenes desconocen lo que ha sucedido en nuestro país desde la Transición a nuestros días. Parece que la violencia política desatada es mejor olvidarla para no recordar. Quiero pensar que siempre será preferible el conocimiento de nuestra Historia. El tópico de las heridas abiertas o el de pasar páginas de un libro, sólo es posible desde el reconocimiento. Tenemos la dura experiencia de las víctimas del franquismo. El debate sobre la búsqueda de sus restos y acerca de la dignificación de su Memoria. Hubo una época en la que se insistió mucho en pasar por alto estos temas. Pero fue, fundamentalmente, la insistencia de las familias, la que convenció a buena parte de la sociedad en la necesidad de perseverar en la difusión de todo lo que rodea al conocimiento de esta realidad. Sigo pensando en que la solución a los conflictos está en el conocimiento. De esta forma, la violencia política a lo largo de la Historia tiene detrás de sí un proceso que no surge del azar. Sus causas y consecuencias pueden ser comprendidas, aceptadas o todo lo contrario. Pero, de ningún modo deberían ser ignoradas. Es precisamente el saber, el conocer, como decíamos anteriormente, lo que nos a a llevar hasta la lucha por su eliminación. Una sociedad democrática no puede tener como sintagma de referencia el olvido. Las condenas o el perdón son cuestiones de índole personal, moral incluso me atrevería a señalar. Pero eso es, otra cuestión.

domingo, 14 de abril de 2024

EQUIPARACIONES

En esta serie de artículos donde últimamente estamos defendiendo la necesidad de combatir en la batalla cultural de la Memoria, hoy nos toca hablar de las motivaciones que impulsan a la derecha a poner en marcha iniciativas que contribuyen al deterioro de nuestra convivencia. Ahora que, con el paso del tiempo, habíamos conseguido paliar, eso sí, reconozco que muy lentamente, el inmenso dolor de miles de víctimas de la represión franquista. Lo primero que hay que objetivar es que estamos ante un compromiso electoral del PP que ya plasmaba sus intenciones de derogar la normativa actual. Pero resulta muy curioso que, de momento, sólo lo hayan llevado a cabo en aquellas Comunidades que gobiernan en coalición con la extrema derecha. Entiendo que, más adelante, ya veremos en función de lo que suceda en la coyuntura política interna. Este blanqueamiento del franquismo se produce desde que deciden equiparar la Dictadura con la Democracia que, ningún historiador serio, duda en identificar con el régimen de la Segunda República y sus consiguientes intercambios de diferentes partidos en los sucesivos gobiernos. A ello le añadimos lo que les cuesta a las derechas definir el franquismo como una etapa política deleznable. En eso se mimetizan, tanto el PP, como VOX. Si abundamos en los textos presentados resulta alarmante que hayan decidido en algunos sitios eliminar los actos de homenaje a los asesinados en los campos de concentración nazis. Este negacionismo no solo contradice leyes nacionales vigentes, como la Ley de Memoria Democrática, sino que atenta contra los más elementales Derechos Humanos. Es la protección a las víctimas, su reconocimiento e incluso ( lo iremos viendo) la dejadez a la hora de poner recursos públicos para buscar información o rescatar sus restos, lo que aumenta la alarma. Sería curioso que viajaran por Europa, por ejemplo a Alemania o a Francia y pregunten y vean, cuál es el tratamiento que en estos lugares se realizan a las víctimas del nazismo. Sería curioso que viajaran a los mismos lugares y vieran el tratamiento que se da a estos temas en los sistemas educativos. Sería curioso que siguieran viajando por allí y comprobaran lo que se hace con los lugares denominados de Memoria. Por todas estas razones, estaremos expectantes y apoyaremos iniciativas de denuncia de estas supuestas leyes de concordia, como las de Aragón, Valencia o Castilla y León, ante el Tribunal Constitucional, y si cabe, ante Tribunales internacionales. Estaremos a la espera de que en Extremadura se lo replanteen. Argumentos hay muchos. A ver si hay suerte y en este asunto tampoco tiene valor la palabra de María Guardiola.

domingo, 7 de abril de 2024

RECUERDOS O SENTIMIENTOS

Señalaba en una ocasión Luis Landero que hay que escribir de lo que recuerdes, no de lo que sientas. En realidad, esta mezcla de realidad, que es lo que utilizamos los historiadores, basándonos en las fuentes documentales, archivísticas, bibliográficas y últimamente mediáticas, junto a la Memoria y a los sentimientos, hace que se produzca un cóctel, a mi juicio, muy interesante para abordar muchos temas sensibles y que suelen impregnar la actualidad y los debates en los que nos sumergimos cotidianamente. Así, esta semana, a modo de ejemplo, ha convivido en la imagen de muchos de nosotros el visionado ( a través de una plataforma de televisión) de la película “El maestro que prometió el mar” ( que por cierto, se estrenó en los cines el 10 de noviembre de 2023), junto con el anuncio del Gobierno de España de recurrir ante el Tribunal Constitucional la derogación de varias leyes de Memoria Histórica y Democrática de las Comunidades Autónomas gobernadas por el pacto entre el PP y la extrema derecha. Y es que, si escribimos, como nos anima Luis Landero, de los recuerdos, tenemos que insistir en los miles de españoles que están buscando una dignificación de su funesto destino como consecuencia de una feroz Dictadura y sobre todo por la represión ocasionada por un golpe de Estado ante un Gobierno, el de la Segunda República, legítimamente constituido e investido. Si, a eso le unimos los sentimientos, no podemos dejar al margen, el dolor y a la vez satisfacción, que ha supuesto para miles de familias la recuperación de los restos de sus seres queridos. Sin entrar en disquisiciones ideológicas ( una y otra vez he reiterado que al sacar a una persona de una mina o de una cuneta no se le pregunta su afiliación). Finalmente, si acudimos a la realidad, no se puede nunca obviar que tanto, recuerdos ( Memoria) como sentimientos, están apoyados en una ingente base documental. Son públicos los numerosísimos expedientes de responsabilidad política que se incoaron. Son públicas las sentencias, las condenas, los informes sobre antecedentes político- sociales… Son incalculables los libros públicados, las biografías, los testimonios orales grabados, los documentales y audiovisuales. Es decir, no estamos hablando de una manera individual de percibir lo que cada uno puede entender que ha sucedido en nuestra historia reciente, sino sobre las consecuencias producidas por este volcán de sentimientos, muchos ocasionados por los recuerdos y otros por la lectura de las fuentes que hemos ido analizando. Estamos hablando de una interrelación entre estos tres factores. Por eso, el nexo de unión entre la Memoria y la Historia, en nuestro caso ocasiona el florecer de expresiones de elevada sensibilidad. Así pues, una vez más, abogamos por la necesidad de mantener la legislación que las proteja.