domingo, 25 de febrero de 2024

DEJAR A UN LADO LA POLÍTICA

Qué curioso resulta escuchar habitualmente a la extrema derecha expresiones como “ dejar a un lado la política” cuando se quiere afrontar algún asunto de interés general. Pero más curioso es la coincidencia que resulta cuando te percatas que este tipo de apelaciones se suele hacer siempre que haya que realizar una reivindicación a los gobiernos socialistas.. A ello se suma el hecho que supone que pretenden desprestigiar a las organizaciones legalmente representativas de cada sector y competentes en los temas demandados. Es por ello habitual que se quieran poner detrás de las Plataformas que surgen en paralelo a las Asociaciones existentes. De esta forma, se involucran desde dentro e intentan controlar sin dar la cara, dado que su nombre, previsiblemente, “ mancha” el sentido de la protesta o al menos le quita valor, fundamentalmente para aquellos que, ingenuamente piden soluciones a sus problemas. Estamos asistiendo, tanto desde las redes sociales, como desde los pronunciamientos que hacen algunos responsables de las derechas en las tribunas desde las que se dirigen a los medios de comunicación, a postulados en las que parece que han hecho un curso acelerado de “Introducción a la Democracia”, pero de una manera muy peculiar. Se significa su representatividad de manera muy generalizada, asumiendo el todo por las partes. Si es cierto que han sido capaces de formar mayorías, no lo es menos el respeto que se debe, ya sea al resto de la ciudadanía representada por la oposición, como a las organizaciones sociales con las que puntualmente puedan o no coincidir en cuestiones de actualidad. De ahí su presunto deseo de alejarse de la política. Pues no. Deben saber que, en puridad, todo es política. Salvo para los nostálgicos del antiguo régimen, que todavía se resguardan en aquel dicho de “no meterse en política”. También para aquellos que, para ocultar su significación extremista o radicalmente conservadora, dicen que son “apolíticos”. Creo que, en realidad, lo que sucede es que están confusos. No entienden la diferencia entre hacer un frente común por parte de todas las fuerzas políticas y sociales o con el conjunto de la sociedad, con el hecho de pedir que se hagan las cosas “ fuera de la política”. Eso sí, lo hacen sin renunciar a sus escaños ni a sus salarios como políticos. Algo similar a cuando pregonan que no creen en el Estado de las Autonomías, mientras ocupan puestos de responsabilidad en los ejecutivos regionales formando parte de sus Gobiernos. Una vez más, ¡Cuánta falta hace la formación en valores democráticos!

domingo, 18 de febrero de 2024

La ética de la convicción

Profundizaba el profesor Javier Muñoz Soro, en una publicación sobre los intelectuales en la Transición, en la confrontación que se produce entre la ética de la convicción frente a la ética de la responsabilidad. En momentos, como los actuales, donde se alude constantemente a los principios, y en los que incluso algunos banalizan o simplifican, rozando el aparente heroísmo, acerca de la preferencia de los principios a la moqueta, es bueno que reflexionemos lo que significan ambos conceptos dentro del contexto de la vida pública o de la meramente política. Desde la oposición, es habitual lanzar estridentes proclamas ( acordémonos cuando Pablo Iglesias esgrimía aquello de “ el cielo no se toma por consenso, se toma por asalto) o en el otro extremo Abascal pidiendo plomo para combatir la delincuencia. Este tipo de principios, lo que hemos dado en denominar “ ética de la convicción” habitualmente se desvanece en el momento en el que se llega, aunque sea a acercarse tímidamente al poder. Lo vemos en muchas de las decisiones de gobierno que se asumen ( un ejemplo internacional lo tenemos viendo a Milei abrazando al Papa y olvidando todo lo que no hacía muchos días había dicho sobre él), otros lo tenemos en lo que tienen que “ tragar” algunos gobiernos autonómicos en los que está presente la extrema derecha y que miran para otro lado cuando su socio principal pone en marcha algunas medidas completamente en contra de sus líneas programáticas y sobre todo sin el beneplácito de sus votantes y seguidores. Y es que la ética de la responsabilidad es las que nos lleva a pensar que al margen de priorizar el cumplimiento de los programas electorales, cuando una fuerza política tiene la obligación de gobernar, debe pensar, necesariamente, en toda la ciudadanía. Y es verdad, a veces, se tendrá que enfrentar a sus propios principios ideológicos. A veces tendrá que ceder. A veces tendrá que negociar, intercambiar, compartir, proponer... acuerdos para que el beneficio de las medidas alcancen a la mayoría de la población. Eso no significa, de ningún modo, que renuncie a sus promesas. Eso, a mi juicio, lleva consigo, ponderar cuando es la responsabilidad la que hace que tengas mano izquierda en determinados momentos. Sin embargo, si esta situación se reproduce con mucha frecuencia. Si son más las veces en las que tienes que dejar de lado tus iniciativas para aceptar las de los demás. Entonces, sí que creo que puede haber un conflicto y es preferible echarse a un lado. Entonces, sí que habrá llegado el momento en el que la ética de la convicción se enfrenta, para no perder, frente a la ética de la responsabilidad.

domingo, 11 de febrero de 2024

Ahora es cuando

Clama, recita y canta Robe Iniesta “ahora es cuando”. Parafraseando el contenido de su mensaje podemos aplicarlo al nuevo tiempo que se ha iniciado en el PSOE de Extremadura. Un proceso de impulso y renovación del proyecto político regional, avalado por un recorrido histórico trascendental para nuestra tierra. Este tiempo presente es el resultado de la evolución, sin la más mínima de las dudas, enormemente positiva de la región. Salvo mentes obtusas, empeñadas en una mirada unifija y en ocultar los avances y cambios acaecidos, todo el mundo convendrá en el hecho de la profunda revolución que se ha producido en Extremadura en las últimas décadas. Juan Carlos Rodríguez Ibarra o Guillermo Fernández Vara aplicaron un elevado número de iniciativas que nos están haciendo converger con otros territorios a pasos agigantados, si bien siempre nos gustaría en algunos aspectos que todo fuese más deprisa. Hay que acordarse, en ocasiones, de dónde veníamos y quiénes eran los responsables de esa deplorable situación. Lo cierto es que, afortunadamente, hoy nuestros jóvenes van a poder estudiar todo lo que se ha hecho pues ya va a aparecer, gracias a las políticas educativas socialistas, en los libros de Historia. La inclusión de estos contenidos de Historia contemporánea en el currículum educativo hará posible que nuestro alumnado adquiera un conocimiento de nuestras realidades más recientes que anteriormente el diseño establecido no permitía alcanzar. Por esa razón los modelos de liderazgo aparecidos en el PSOE, combinados y compartidos por el empuje que nos da la sociedad, harán que el Partido salga muy fortalecido. Pese a que algunos opinen que pudiera haber división, yo soy más partidario de presentarlo como pluralidad que nos enriquece. Hay muchas cosas que unen a los tres candidatos y que hacen que sea una realidad la fortaleza del “día después”. Sólo hace falta ver las reacciones de la ciudadanía al comprobar un Partido tan vivo. Tan lleno de ideas. Repleto de ilusiones. Con objetivos muy claros resumidos en combatir el deterioro que, día tras día, traen las derechas a la Comunidad. Somos conscientes de que lo que se necesita es gente que aporte. Quizás menos a los que únicamente hablen. Lejos de estereotipos, hemos venido a trabajar. A contribuir cada uno con lo que vale a seguir mejorando. Es el momento de mostrar y demostrar el orgullo de pertenencia a una organización más que centenaria y que perdura impasible con continuas aportaciones y propuestas. Así pues, como diría Robe Iniesta, “ ahora es cuando”.