domingo, 30 de octubre de 2022

HISTORIA Y VIDA

Hace unos días tuve la oportunidad de pasar un buen rato en Badajoz invitado por el grupo de mayores de la Agrupación socialista local. Aunque parezca una contradicción estuvimos charlando sobre la relación entre la Historia y la Memoria. Algunos historiadores entienden que pueden ser complementarias. Se trató de realizar un ejercicio, a mi juicio, muy satisfactorio, de traer, de mostrar, de enseñar… las vivencias de parte de una generación a través de lo que podemos denominar Historia oral. No es menos cierto que el relato histórico se ha venido construyendo, de manera científica, a través del análisis de acerbos documentales. Esto no significa en exclusiva que se opte para la elaboración de un discurso por la objetividad. De hecho, la selección de la consulta en los Archivos y Bibliotecas puede ser arbitraria. Algo similar se nos puede decir de la transmisión de los hechos pasados tomando como base experiencias personales. Algunos criticarán que pueden haber sido matizados por el paso del tiempo. Otros que quizás sean sacados de contexto. Los más puristas señalarán n que lo que no está escrito no es real ( en ese caso, también podríamos hablar de las tergiversaciones o manipulaciones de lo que aparece en negro sobre blanco…). El caso es que creo que se pueden extraer valiosísimas conclusiones de lo que nos cuentan nuestros mayores. En buena parte los datos que aportan están apoyados por literatura ya conocida. Pero tiene un valor añadido y es que los protagonistas de nuestra Historia más reciente nos lo pueden contar en primera persona. Así, descubrimos que la vida no ha sido fácil para muchos de ellos. Podemos corroborar que buena parte de los elementos de la sociedad del bienestar de la que hoy disfrutamos están sujetos a la lucha y el padecimiento de los que nos precedieron. Podemos del mismo modo comprender las diferentes maneras de afrontar una crisis económica brutal como la que hoy atravesamos. Y entonces caeremos en la cuenta de que ellos la sufrieron además con privación de libertad y en una infinita peor posición de partida. Nada de hablar de escudos sociales. Ni de subvenciones. Ni de sanidad y educación gratuita y universal. Coberturas contra el desempleo, ayudas a la dependencia, eran ciencia ficción en sus tiempo jóvenes. Oyéndoles hablar asumes la deuda que hemos contraído con ellos. Por esa y por muchas razones similares duele enormemente ver el trato que en ocasiones les damos. El roce entre la juventud y la vejez debe ser un hilo conductor que nos haga, a todos, madurar con sentido y sensibilidad. Verles organizados, disfrutando saludándose y compartiendo un café y unos dulces. Haciendo fotos con la alegría de un adolescente. Te hace percatar de lo mucho que los necesitamos. Y sobre todo la inmensidad de cosas que todavía nos quedan por aprender. Memoria y Mayores, un buen equipo.

domingo, 23 de octubre de 2022

HÍSPIDO

Es de todos sabido que cuando convives en un grupo, al margen de las diferencias, las similitudes, aquellas personas que te caen mejor o peor, siempre se producen divisiones en secciones alineadas en torno a determinados núcleos de poder. Todo esto no está reñido con tener buena educación. La corrección en la manera de estar, lo que solemos convenir en denominar guardar las buenas formas. Por eso llama la atención, me atrevería a decir que casi sin el tópico de la excepcionalidad, cuando te topas con personajes híspidos, ásperos, desagradables. En el entorno de la política, lo que a veces denominamos un teatro, es decir, la escenificación amplificada de los encontronazos, es a su vez habitual. Pero cuando te bajas del escenario ( de la tribuna, del escaño…) los compañeros de las distintas formaciones se suelen comportar con una gran corrección. Sin embargo, no siempre es así. ¿Qué necesidad hay de mostrar la peor de nuestras caras? ¿ Qué necesidad existe, en el trato directo, para profundizar en el desencuentro? Sí es cierto, que los hooligans, los seguidores más acérrimos de cada grupo, disfrutan con el encarnizamiento. Pero no lo es menos, que la mayoría son felices cuando asimilan, que tras las enormes diferencias ideológicas, de programas, de puntos de vista ante los muy variados temas, podemos mostrar nuestra cara más amable. Quizás sea porque determinadas profesiones favorecen este tipo de actitudes. No lo discuto. Pero creo que la ciudadanía ( quitando a aquellos que jalean la bronca) nos agradecería vernos en muchas más ocasiones comportándonos como lo somos en una Comunidad de vecinos, en un barrio, en un pueblo. Allí te encuentras con gente a la que saludas, otras a las que esquivas, con algunos te paras e inicias una conversación preocupada por sus problemas, por sus inquietudes, por sus aficiones. Con otros, utilizas el comodín del tiempo o el simple intercambio de saludos onomatopéyicos. Probemos desde los niveles más básicos a defender nuestros postulados con la elegancia que da el armarte de la dialéctica, de los argumentos. Dejemos el tono rudo para aquellos que no tienen más elementos de convicción que el aprendizaje de un montón de frases hechas que, como se decía coloquialmente, terminaban con la expresión “ eso me lo dices en la calle”. La fuerza en la defensa de tus postulados no está reñida con las formas en las que te expresas. Y no es buenismo. O sí.

domingo, 16 de octubre de 2022

PREPÓSTERO

Como la lengua española es muy rica, prefiero utilizar el término prepóstero, en lugar de otros afines y más utilizados ( como priorizar…), para tratar de definir aquellas situaciones en las que se trastoca el orden de las cosas. Es decir, en las que se coloca después lo que debería ir antes. Siguiendo mis costumbres, me gustafía acompañar esta descripción con ejemplos que puedan resultar útiles o ilustrativos de situaciones que condicionan nuestro devenir actual. Por ejemplo, nos hemos habituado a insistir en que, en muchas ocasiones, la gente no comprende nuestras acciones. Se incide, entonces, en el hecho de que posiblemente tengamos un problema de comunicación. A continuación, los supuestamente más avezados, trazan un sinfín de propuestas con el objetivo de dar a conocer cada cosa que hagamos. Y no es incorrecto. Reconozco que no es mala estrategia para que todos aquellos que están obsesionados por sus perentorias preocupaciones vitales, puedan recalar en que los políticos hacen muchas cosas en su trabajo diario. Sin embargo, a mi juicio, sería mas interesante, centrarnos en colocar en primer lugar las respuestas a las cosas que, precisamente, no hacemos bien. Las soluciones a los interrogantes que cada día y por todas partes nos acechan. En definitiva, la devolución de la pregunta que en un diálogo directo nos interpela la ciudadanía a diario. Con el transcurrir de los procesos electorales, los votantes se percatan que quieren algo más que promesas. Les encantaría ver cristalizada, hechas realidad, puestas, como se dice en lenguaje parlamentario, negro sobre blanco, aquellas iniciativas que nos hicieron cuando les consultamos qué propuestas entendían razonables hacernos para que intentemos llevarlas a cabo. Y esa es la auténtica vocación de un servidor público. Rendir cuentas, poner en primer lugar y no trastocar aquello que por su inmediatez necesita ser resuelto. Lo demás es profundizar en el sentimiento episódico de darles vueltas a los planteamientos. Si el pensamiento debe medir a medio e incluso a largo plazo, la razón tiene que actuar a corto. Así podremos, alguna vez, comprender y asumir en primera persona las dificultades que buena parte de la población padece. Así podremos alegrarnos con ellos de haber sido capaces de escucharlos y llevar sus problemas al territorio de las soluciones.

domingo, 9 de octubre de 2022

LA MEMORIA Y LA DEMOCRACIA

Esta semana hemos logrado que en el Senado se culmine la aprobación de la nueva Ley de Memoria Democrática. Hablar de Memoria y de Democracia tendrían que ser sinónimos. No podemos, en una sociedad del siglo XXI prescindir del recuerdo, de traer al presente, los valores que han hecho posible que se consolide nuestro actual Estado de Derecho. Y sobre todo actuar para evitar su deterioro. Su descalificación. Su cuestionamiento, en definitiva. Por esa razón es, a mi juicio, fundamental que se oficialicen los días institucionales en recuerdo de las víctimas. Y es ahí, donde no debe haber ninguna duda. No vamos a permitir que bajo el pretexto y con arrebatadora falta a la verdad se quiera limitar la definición de víctima. Ni se clasifican en primera clase y segunda. Ni se hacen los actos en recuerdo a determinadas ideologías. La definición de víctima es global. Es para todas aquellas objeto de represión. Es en el equilibrio, en la búsqueda del consenso que la derecha quiere hurtar donde deberíamos encontrarnos. Del mismo modo, tenemos espejos donde mirarnos. Los españoles no deberíamos ser singulares en este aspecto. Una Ley como la recientemente aprobada, responde a estándares internacionales y hace posible que dejemos de ser una excepción en Europa. Me resulta especialmente atractivo el papel del Estado en la puesta en marcha de las medidas reparadoras. Tanto en lo que se refiere a la búsqueda de los desaparecidos, como en la investigación o en la reparación de tanta gente que padeció tremendos sufrimientos y que han sido heredados por sus familiares y su entorno más próximo. Es una muestra de la responsabilidad que, en este sentido, tienen las políticas públicas. Es el momento de reivindicar el papel de las mujeres en toda nuestra reciente Historia. Por esa razón a nadie le tiene que extrañar que digamos que estamos ante una ley feminista. Se reconoce a todas las que fueron represaliadas, únicamente por ser parejas, hermanas o madres. Antes de que se pierdan necesitamos que la historia oral ocupe su lugar con la intención de escuchar, de que nos cuenten sus vivencias, de que nos transmiten lo oído, lo vivido… Por último, no es menos cierto, que debemos de abundar en la conceptualización de conflictos civiles como el acontecido en España entre 1936 y 1939. Para muchos historiadores nos encontramos ante la “guerra de España”. Es decir, ante un episodio bélico de carácter internacional donde fueron determinantes las implicaciones de potencias internacionales que influyeron, sin el mínimo atisbo de incertidumbre, en el desarrollo del enfrentamiento. Para algunos supuso un ensayo de una contienda mucho mayor, de carácter mundial que estallaría meses después y de cuyas consecuencias todavía seguimos lamentándonos. Esa debería ser la enseñanza de los principales contenidos de la Ley. La utilidad de una norma para adoctrinar, en el mejor sentido del término, en la búsqueda de medidas que haga que nunca más las diferencias se resuelvan con la violencia. Porque como se señala en su argumentario: defender la memoria es afianzar nuestra democracia.

domingo, 2 de octubre de 2022

104

El domingo pasado culminaron los actos de celebración del 104 aniversario de la creación de la Agrupación Socialista de Plasencia. 104 años en los que todos sus Secretarios Generales, desde el primero, Luis Simó Sepó, hasta el actual, Alfredo Moreno, se han dejado la mejor de sus energías por contribuir al progreso de sus vecinos. Del mismo modo, todas y todos sus militantes, ya sean de base, ya hayan ocupado cargos públicos o de representación orgánica, han tratado de profundizar en la plasmación práctica de la ideología que con tanta pasión les acogió. Decía en mi intervención, dentro de estos actos, que me parecía importante resaltar el esfuerzo colectivo para conseguir los mejores objetivos. Sin embargo era, del mismo modo de justicia, no olvidar con el paso del tiempo los nombres de aquellos personajes que dejaron su huella, su impronta, en la gestación de esta centenaria organización. Así, en medio de una ciudad presidida por enormes desigualdades y por una secular mala distribución de la riqueza, un grupo de placentinos presentaron en el Gobierno Civil el 26 de enero de 1918 su proyecto de Reglamentos ( fue aprobada y definitivamente constituida la Agrupación, unos meses después, el 20 de julio de 1918). Nadie puede ocultar que durante sus años de vida los socialistas placentinos ha pasado por todo tipo de singladuras. Unas más positivas que otras. Pero, no es menos cierto, que con gente como el citado Luis Simó, Santiago Bordallo o Raimundo Lorenzo, durante la Segunda República, vivieron momentos de gran esplendor. Sin olvidarnos de la legendaria figura del alcalde Julio Durán. Un potente equipo de concejales ( como olvidar el encuentro tenido en los años 80 con el “topo” Severiano Caldera) y una base social que les mostraba su apoyo, les hizo coger fuerzas para que tras la larga Dictadura de Franco, el PSOE siguiera aportando sus propuestas a la sociedad de la perla del Valle. Los resultados electorales, tanto los acontecidos en la Segunda República como los que han devenido desde la Transición a nuestros días han mostrado que el trabajo realizado tiene su consecuencia al socaire de lo que generalmente sucedía en su entorno. Aprendiendo de las derrotas, reafirmándose en las victorias, los de los 104 años quieren continuar transitando un camino que permita recuperar espacios y sobre todo compartir experiencias con aquellos que decidan acompañarnos. Ha habido desde entonces muchos paralelismos con lo que sucede en la actualidad: se han pasado crisis, se ha gobernado, se ha estado en la oposición, se han coordinado con otras instituciones supramunicipales del mismo o distinto signo político…. En definitiva, se ha hecho realidad el sentido de una organización política: ser servidores públicos.