martes, 25 de noviembre de 2014

SE HUELE EL CAMBIO


Así es, desde las últimas semanas ha cogido fuerza la sensación, (y, ¡qué importantes son a veces las percepciones!) de la necesidad de un cambio en Extremadura. Se huele, sí. Fundamentalmente tras la imagen que la derecha regional está dando, una y otra vez, fuera de nuestra Comunidad.
Aquí, ya estamos acostumbrados al toma y daca de querer contaminar cualquier atisbo de crítica con la desviación del interés hacia otros asuntos o bien la huida hacia adelante, profundizando en asuntos que no son el objeto de atención, pero que presuntamente pueden ser utilizados para justificar actuaciones objeto de denuncia.
Parece mucho más preocupante que tengamos los extremeños, por culpa de la mala gestión de comunicación de un tema estrictamente público, que sufrir las mofas de buena parte del resto de España. De esta forma la marca Extremadura aparece impregnada del hedor que desprende la torpe retahíla de tópicos sobre el amor al pueblo, los kilómetros recorridos, la “piel en el camino”, el justificante del Carrefour, la antena parabólica, las idas y las vueltas, el duro trabajo.... cuando no se corta de raíz y rápido a lo que se cuestiona. Ganaríamos todos. Nos quedaríamos tranquilos. Nos podríamos dedicar a lo que de verdad interesa a la mayoría.
Por eso, insisto en que se precisa un cambio. La izquierda no puede permitir que este mensaje de obsesión por las cosas que no dan de comer cale en las preocupaciones de la ciudadanía. Hay muchas otras formas de gobernar. Hay muchas otras formas de salir del desastre. Hay muchas alternativas para salir adelante. Con dignidad y con el honor que algunos atribuyen como algo unido a su situación personal obviando la falta de respeto que se está ocasionando a sus representados con la interminable continuidad de este sainete.
Hace unas décadas en España nos impregnamos de la ilusión del cambio. “Por el cambio” se entonaba entonces. Ahora volvemos a suspirar por recuperar la alegría. Por volver a coger la senda del progreso. Por recordar periodos continuados de prosperidad y modernización de nuestro país.
En Extremadura, si cabe, con más razones. Es imprescindible aligerar el enorme hueco de desigualdad que se está produciendo como consecuencia de las políticas conservadoras más preocupadas de cuadrar las cuentas que de poner nombres y apellidos a los sufrientes.
Pero la gente tiene memoria. Se acordará en mayo de aquellos que les han hecho padecer mientras entretenían el tiempo dedicado a las funciones públicas en otros menesteres. Claro que se huele. Cambiaremos.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

MUROS


Se cumple el 25 aniversario de la eliminación del Muro de Berlín. Acontecimiento con el que se dio por finalizada la guerra fría y se pasó de dividir el mundo entre este y oeste a hacerlo entre norte y sur (si bien podríamos divagar entre otras barreras culturales además de geográficas). Con ello se primó la libertad frente a la perseguida igualdad, pese a muchas reiteradas añoranzas que llegan a nuestros días.
Lo que sí es cierto es que a partir de entonces la gente pudo pasar de un lado a otro sin problemas y elegir entre modos de vida en principio muy distantes. Poco más tarde asistimos en entornos más próximos a la desaparición de fronteras físicas con la supresión de los controles aduaneros en buena parte de Europa. Los extremeños pudimos disfrutarlo, hasta el punto de que hoy nos resultaría tremendamente incómodo tener que parar cada vez que pasamos a Portugal. Algo parecido les pasará a vascos y catalanes con Francia. A todo ello se le sumó la unificación de la moneda con la implantación del euro.
Con recurrencia y entrando en el espinoso terreno de los sentimientos asistimos al levantamiento de nuevos muros con la petición de independencia en distintas partes de nuestro continente. Primero lo vimos en Escocia y ahora asistimos a la situación producida en Cataluña.
Claro está que cada uno es dueño de querer ser lo que quiera ser (siempre que no cruce la línea roja del respeto a los demás). Ahora bien parece lógico, al menos a mí, que en un mundo globalizado y con una serie de condicionantes comunes no hostiles y sobre todo en unos momentos en los que, salvo una minoría, casi nadie duda de lo importante que es reconocer y potenciar la diversidad, no parece sensato buscar la secesión.
Pese a que a algunos les gustaría escuchar otra cosa, siempre insisto en la misma sentencia: desde mi ideología, soy primero socialista antes que español, extremeño o cacereño. Por consiguiente me parece mucho más razonable que se tienda a conseguir eliminar las barreras, los muros, las dificultades que ocasionan la desigualdad, los desequilibrios, la pobreza.... allá donde estén.
Una tragedia humana es igual de denunciable en Plasencia que en Mataró. Una malversación de fondos públicos es criticable del mismo modo en Canarias que en Mérida.
Muros ( El Periódico Extremadura - 15/11/2014 Muros ( El Periódico Extremadura - 15/11/2014

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Llopis


RODOLFO LlOPIS
Hace unos días y dentro de las actividades que realiza la Fundación CIVES, presidida por el extremeño Victorino Mayoral, presentamos en Cáceres un libro sobre la figura de Rodolfo Llopis. Y lo hicimos en su doble vertiente de pedagogo y político. Hablamos del ayer y del hoy.
Para ello qué mejor introducción que la que realizó el Secretario General de los socialistas cacereños. Miguel Ángel Morales, quien precisamente tuvo recuerdos para un personaje que desempeñó un papel primordial en los distintos Congresos que el PSOE celebró en el exilio, al mismo tiempo que realizó un feliz paralelismo con una fecha recientemente recordada por todos nosotros: el 28 de octubre de 1982. Onomástica con la que muchos piensan que comenzó, de verdad, la Democracia en España, tras casi 40 años de Dictadura. No quiso obviar las enormes diferencias, peleas intelectuales que no divisiones internas por motivos personales, que tuvo que padecer. Así como remachó que el Partido no es de nadie en particular, sino de todos sus militantes y votantes.
El núcleo de las intervenciones estuvo en el profesor Alfredo Liébana, uno de los autores del libro que insistió mucho en la gestión de Llopis. Un auténtico líder en su época pero cuyo éxito fue ocasionado fundamentalmente porque supo rodearse de un gran equipo: 30 años al frente de la Secretaría General del PSOE y casi 20 en la de la FETE.
Ha sido considerado un “maestro de maestros” con una impresionante formación, tanto en España como en Europa y señaló que fue capaz de conseguir que la prensa generalista hablara de educación, más allá de las anécdotas o de los tópicos estacionales.
Entre sus méritos nos encontramos todavía en muchas poblaciones extremeñas las añoradas “escuelas de la República” construcciones a la vanguardia de la arquitectura de la época y que fueron edificadas por miles en nuestro territorio. Este tipo de iniciativas contribuyó además a aminorar un paro galopante, terrible para una sociedad con pocas coberturas sociales, así como a dinamizar la economía estableciendo una prioridad en el gasto del Estado con la colaboración de los Ayuntamientos.
Tuvo un papel crucial en la discusión constitucional sobre los nuevos modelos de enseñanza y si tuviéramos que destacar aspectos que marcaron una época haríamos alusión a la consecución, por fin, de la escuela unificada, a la profusión de becas que posibilitaron que miles de hijos de familias humildes tuvieran acceso a la más elemental educación y a su posterior desarrollo, a la dignificación de la figura del maestro y la remodelación de los planes de estudio de Magisterio o al impulso de la laicidad (lejos de la radicalidad interesada con la que se ha pretendido maquillar cuando no tergiversar este concepto).
No quisiera olvidarme de otra característica tan necesaria en nuestros días para los políticos que llegan a las instituciones: fue un gran orador. El poder de la palabra, su transmisión y capacidad de persuasión son determinantes para convencer, incluso a tus adversarios de la oportunidad de tus planteamientos.

lunes, 3 de noviembre de 2014

OPINIONES


Al igual que, dentro de la libertad de expresión, asumo, acepto y respeto las críticas que se hacen a mis opiniones, quisiera resaltar cómo se están acentuando los posicionamientos de algunos periodistas, previsiblemente muy nerviosos, ante el presunto final de ciertas mamandurrías que les trae consigo lo que, pensaron, sería “la era Monago”. Y es que, una cosa es la información y otra la opinión. Por esa razón y dentro de la credibilidad que me merecen la mayoría de los profesionales, me da la sensación de que algunos están actuando como voceros de la derecha extremeña. O más bien como portavoces del PP. Incluso mucho  más exaltados ante las actuaciones de la oposición.
Partiendo de la base de los anuncios de recuperación económica, de las macrocifras del empleo (o del paro) tratan de hacernos llegar una Extremadura idílica, allí donde otros vemos pobreza, tiendas cerradas, estudiantes que abandonan la Universidad, gente desahuciada, menús repetidos en los hospitales, calles empantanadas en el Centro de la ciudad en los momentos más inoportunos...
Mientras la gente nos indica tendencias: la izquierda, día tras día avanza, salen fuerzas emergentes que contribuyen a este clima de denuncia o de aviso de fin de microciclo. Se buscan ententes, puntos de encuentro, coincidencias, buenas sensaciones en la apuesta por la recuperación de la felicidad. Que en eso consiste la política.
El recuerdo de malas experiencias pasará factura a determinadas fuerzas de la izquierda parlamentaria no socialista. Y dirán que no se les ha entendido. Que lo hicieron por nuestro bien. Pero la ciudadanía no lo ve.
El PSOE tras su experiencia con las primarias es consciente de que, pese a que todavía no tiene la cultura suficiente para reconocer que se deberían haber hecho de otra manera, que quedan muchos flecos por corregir, que se puede rectificar lo errado, que se tienen que cerrar malas prácticas... es consciente de que está en la obligación de presentar buenas candidaturas. Se lo debe a sus votantes.
Somos un Partido de gobierno: volveremos a dirigir Ayuntamientos, Diputaciones y Junta pues tenemos que converger con el ansia de vuelta a la normalidad perdida por miles de paisanos empobrecidos.
Hay banquillo, formación, experiencia, fuerzas y ganas. Al tiempo.
Opiniones ( El Periódico Extremadura - 01/11/2014 )http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/opiniones_836058.html