domingo, 29 de octubre de 2023

EMOLIENTE

Con el debate en torno a los delitos de odio que hemos tenido la pasada semana en Extremadura, observo en la derecha una actitud emoliente. Es decir, que trata de ablandar la dureza del objetivo de los discursos, del contenido que llevan implícitas determinadas actuaciones que pasaremos a analizar. En el caso de la acogida en Mérida de un número de inmigrantes llegados a España, vamos a insistir, como lo venimos haciendo últimamente, en la necesidad de educar en valores. Y no por el mero hecho de la recurrencia. Al contrario, lo hacemos porque entendemos de suma necesidad recalcar que no se tratan de caprichos sobrevenidos de estos seres humanos. Vienen a nuestra tierra por absoluta necesidad y como comentaba uno de ellos en televisión, porque en África ya están muertos en vida. No tienen, por consiguiente, nada que perder. Sin embargo, desde las derechas parece que se pretenden hacer una selección. Sólo los ricos o los que puedan emplearse como mano de obra barata ( esclava se decía en otras épocas) se les podría autorizar o permitir venir y estar aquí. Así pues, educación junto a solidaridad ( bonito término para llevarlo a cabo) deben caminar juntos. Sobre todo porque estamos hablando también de asuntos relacionados con los Derechos internacionales y Humanos. Hay que tener Memoria. Los extremeños hemos sido un pueblo de emigrantes. No hace tanto tiempo ( a partir de la década de los 60 del pasado siglo), contribuimos al desarrollo del norte de España y de la capital del Estado. Fueron miles nuestros paisanos los que se desplazaron a trabajar a Cataluña, al País Vasco, a Madrid… otros tantos lo hicieron a Alemania, a Francia, a Suiza… Muchos de nuestros jóvenes están saliendo ahora a los mismos lugares a buscarse la vida. Pregúnteles a ellos si les parece bien identificar inmigración con criminalidad. A mi juicio, me parece una apelación muy peligrosa por las reacciones o llamadas de rechazo hacia estas personas que puede ocasionar. La realidad concreta es otra. Si un delincuente comete un delito es juzgado, sancionado o penado. Ya sea extremeño, español o de cualquier otro lugar de nuestro país. En definitiva, no podemos permitir que se lancen soflamas contrarias a la convivencia. Necesitamos, en una época de tan baja natalidad y envejecimiento de la población autóctona, la llegada de emigrantes. Pero además, tenemos la lección de la Historia que nos enseña a corregir errores. No tratemos mal a la gente, como quizás en otros momentos hemos sido tratados nosotros. Evitemos, contagiar de rechazo lo que puede, sin duda, ayudar a seguir creciendo, tanto material como moralmente.

domingo, 22 de octubre de 2023

MUY POCAS PERSONAS

Muchas de las letras de las canciones de Fito ( Adolfo “Fito” Cabrales Mato) resultan estimulantes al llevar tu mente a pensamientos profundos y relacionarlos con temas que te rodean o te afectan personalmente. Este es el caso de la alusión a la existencia de “muy pocas personas, demasiada gente” dentro de su canción “Corazón oxidado”. Me lleva como hilo conductor al guion de la película de terror en la que el mundo en el que vivimos se empeña en seguir adentrándose. Si, por una parte, ya es cierta la existencia ( y el olvido) de multitud de conflictos internacionales y locales que padecemos sin solución de parón. Ahora nos estremecemos con las muy mediáticas escaladas de nuevas situaciones de terrible desprecio por la vida humana en sociedades, bien próximas a nosotros, o bien porque podemos localizar los intestinos de sus diferencias con mayor facilidad ( véase la guerra de Ucrania o la escalada de violencia entre Israel y Hamás). Por todo ello pienso que, como nos señala Fito, quizás me gustaría que cambiase la respuestas en las calles, en los medios de comunicación, en las redes sociales… y que en vez de estar pobladas de multitudes ( de “ demasiada gente”) estuvieran repletas de muchas más personas. Es decir, que lejos de la polarización, de la división entre el supuesto bien y el mal, pudiéramos posicionarnos del lado de la humanidad en el más amplio sentido de la palabra. En el de la condena de la violencia, en cualquiera de sus expresiones. En la alabanza del diálogo para respetar las diferencias. En definitiva, en la de la convivencia, si no se puede o no se quiere en el mismo espacio, al menos manteniéndose cada uno sin interferencias el suyo. Recuerdo entonces los debates mantenidos hace años sobre la conveniencia de apostar por la multiculturalidad o por la interculturalidad. En ambos fenómenos la base se mantiene firme si somos capaces de comprender que somos diversos. Ni mejores ni peores. Siempre y cuando no crucemos la barrera de la imposición de un modelo sobre otro. Y aquí, desde luego interviene con fuerza la educación en valores democráticos. De nuevo las decisiones que toman nuestros actuales dirigentes y líderes de opinión se fundamentan en el bagaje cultural y social adquirido en sus etapas de formación. Es, a mi juicio, muy importante que insistamos en este sentido: educar para la convivencia. Desterrar de las aulas, de los parques, de los espacios deportivos y de ocio, todas aquellas actitudes que corrompan el deseo de poder vivir en paz. Así cada vez tendremos más personas y por lo tanto, menos gente.

domingo, 15 de octubre de 2023

NO HACER NADA A DERECHAS

En efecto, no hacer nada con acierto o correctamente. Eso es lo que parece ser el resumen del devenir del gobierno regional de Extremadura en las últimas semanas. No vamos a insistir en el esperpento que suponen las explicaciones por las repentinas entradas y salidas, pero sí, me gustaría detenerme, en otros aspectos, a mi juicio de mayor calado por lo que supone de repercusiones directas en la ciudadanía extremeña. Un caso concreto es el amago de adoctrinamiento ideológico que trae consigo la censura del conocimiento en la propuesta que han presentado los socios del PP de Extremadura en la Asamblea con respecto, no solo al denominado “pin parental” sino a lo que supone censura en general del conocimiento. Quieren modificar los apelativos. Así, en lugar de pin parental se refieren al supuesto derecho a elegir lo que deben saber o ser educados sus hijos. ¿Sería permisible? En ese caso ¿ unos sabrán más que otros? O ¿diferentes cosas según sean de diferentes los alumnos y sus padres? Lo que se tiene que apoyar es el saber en su máxima expresión para que luego el alumnado pueda elegir y juzgar lo que ellos entiendan más oportuno o preferible. No creo que en las actuales leyes educativas ( aprobadas por nuestros representantes en el Parlamento y complementadas por sus desarrollos autonómicos), se explicite qué temas, Unidades o aspectos del currículum se pueden dar a elegir si determinados alumnos los quieren recibir y, por lo tanto, en caso contrario, no ser evaluables solo para algunos. No cabe la menor duda que el objetivo final es el ataque y la limitación a la libertad de cátedra del profesorado. Se persigue restringir el crecimiento académico. Uniformizar en lugar de fomentar la loable intención de que el alumnado se atreva a pensar. Lo hemos sufrido años atrás cuando los sectores más conservadores de la sociedad impulsaron una campaña en contra de los contenidos de la asignatura “Educación para la Ciudadanía”. Hoy da tristeza percatarse de que los temas abordados en dicha materia eran tan “ agresivos” como la educación vial, la Constitución, los derechos humanos, el sentido de los impuestos… También lo hemos sufrido cuando se está tratando de implantar en las aulas los contendidos de la Memoria Democrática. De nuevo un ataque contra la intención de que se implique la comunidad educativa en el conocimiento de los valores democráticos: la lucha por la consecución de derechos y libertades a lo largo de nuestra Historia reciente, el papel de la mujer en la vida pública, la participación ciudadana, el pluralismo, la diversidad… En este sentido, poco liberales nos están saliendo las derechas. Con todo esto, no es de extrañar que Feijóo lamente que por culpa del pacto de Vox con Guardiola y el PP de Extremadura haya perdido un buen número de diputados y con ello la posibilidad de ser Presidente del Gobierno de España.

jueves, 12 de octubre de 2023

INMANENCIA

La inmanencia es lo esencial, lo inherente, lo sustancial que define a los seres humanos. Sus acciones brotan del sujeto y terminan en él. Es decir, la podemos oponer a la trascendencia, donde lo importante es traspasar, sobrepasar, en definitiva, asociar a las consecuencias de las cosas o de los hechos. Valgan estas definiciones para poner de relieve, bajando al terreno cotidiano, cómo las actividades que realizamos, los hechos que pergeñamos, los pensamientos con objetivos que idealizamos, se trazan de una u otra manera, de acuerdo a si pretendemos que se queden como una cualidad, únicamente para nosotros o, por el contrario, buscamos compartirlas. Es el dilema de siempre entre individualismo y colectivismo. Entre lo privado y lo público. En ambos, también podemos encontrar puntos intermedios y posibilidades de acuerdos. No tienen por qué ser excluyentes. Si nos enrocamos en cualquiera de estos parámetros buscando su independencia o su trato aislado, nos daremos cuenta que hay personas, ya sean anónimas, ya sean supuestos líderes de opinión, que practican lo que coloquialmente se ha dado en denominar el “yoismo”. Así, ante cualquier demanda, su respuesta no es un complemento o una reacción contraria a lo que se plantea, sino que te sueltan que ellos hacen sus cosas aún mejor o en mayor cantidad. El conjugar la primera persona del singular para postular nuestras acciones supone eliminar la posibilidad de trabajar en equipo. Por eso siempre me ha gustado el lenguaje académico, donde, incluso para citar parte de tu trabajo, empleas el “nosotros” en lugar del “yo”. Quizás sea más interesante buscar el perdurar en las acciones, en las realizaciones que propongamos, que quedarnos meramente con la satisfacción personal, pero sin la complicidad de los que nos acompañan en nuestros retos. En la política se suele camuflar con frecuencia el refugiarse en los demás para tratar de salvaguardar intereses o apetencias de uno mismo. Así, todos podemos tener en mente argumentarios donde se explica que lo hacen por el bien de los demás, que los sacrificios son por la comunidad… pero a la hora de la verdad, si las cosas salen bien, veremos la preponderancia del que lo impulsa y si sale mal la culpabilidad será colectiva. Hace unos días la noticia en nuestra tierra fue la bajada de impuestos sin pararse a pensar las consecuencias que podría tener para la salvaguarda de los servicios públicos. Si las hubiera, ahora no les toca dar explicaciones. Si las tuvieran negativas seguro que no van a ser culpabilidades propias.

domingo, 1 de octubre de 2023

EXPLICAR LA HISTORIA

Precisaba el historiador José Álvarez Junco que la Historia no debe ser venerada, sino explicada. Viene esto a colación con las posibles vendettas que comienzan a surgir en algunas Comunidades Autónomas ( el último ejemplo lo hemos conocido en Cantabria esta última semana) al hilo de la posible derogación de las leyes de Memoria Democrática. Desde la ignorancia se quiere argumentar, por parte de los corifeos de la extrema derecha, que este tipo de legislación no es necesaria, dado que, presuntamente olvida a una de las partes del conflicto. Supuestamente se entiende que se reinterpreta la Historia, sin percatarse ( posiblemente porque no se hayan molestado en leer de manera detallada la norma) que no se trata, ni de vencedores ni vencidos, sino de una cuestión exclusivamente de Derechos Humanos. Dignificar es un verbo muy recurrente y que se utiliza, en este caso, para devolver a la vida pública los hechos que significaron muerte, tortura y prisión para aquellos que optaron por defender la libertad. Recuperar los restos de los desaparecidos, es otra parte significativa de la literatura de la Ley. Se refiere, de manera expresa, sin distinción de ideologías ( no lo olvidemos) a devolver a sus familiares los cuerpos de los seres humanos hallados en cunetas, minas, campos de concentración…. Reparación, viene a decirnos que, tras largas décadas de Democracia es necesario reconocer el sufrimiento de miles de víctimas. Deseo de no repetición nos obliga a promulgar una defensa explícita de los valores democráticos. Por eso, es necesario que, como decíamos al comienzo del artículo, en lugar de venerar la Historia, la expliquemos. Sepamos comparar los hechos dentro de su contexto. No pretendamos colocar las premisas individuales y actuales a comportamientos del pasado. De la misma manera, insisto, es necesario contar con las Leyes de Memoria Democrática, tanto en las autonomías como en el Gobierno de España. Las generaciones más jóvenes no pueden quedar desprovistas del bagaje que supone el pensamiento crítico, pero, a la vez, conocedor y me atrevo a resaltar, defensor, de los valores que permiten una convivencia dentro de la pluralidad.