martes, 29 de mayo de 2018

ESTÍMULOS



Por segundo año he podido disfrutar de una actividad física con escolares en la calle. Todo un estímulo para la comunidad educativa que ve que, gracias a la motivación de los profesores, se vuelve a dar vida a los cascos históricos ( en nuestro caso) al de Cáceres, llenándolos de alumnos pletóricos de vitalidad y con ganas de no parar en toda la mañana.
Al margen de todo tipo de beneficios que ello conlleva, me gustaría resaltar el hecho de poder poner en práctica una educación en valores significada en la necesidad de comprender, de primera mano, que es el juego limpio, el trabajo en equipo o el conocimiento y difusión de deportes minoritarios o que, al menos, no tienen la repercusión mediática de otros.
Se ponen en común sinergias en las que intervienen la formación del profesorado, la implicación del alumnado y el apoyo de la administración educativa.
Además, me pareció una excelente idea, que no se centraran los grupos en un solo tipo de deporte, sino que fueron, a lo largo del tiempo, alternándose en los distintos tipos de actividad. Estos chicos están en la edad de divertirse. La especialización, si procede, ya llegará. En muchas ocasiones se queman etapas, se sobreexplota a algunos que empiezan a destacar y al final, llegados a una edad en la que se tienen que decidir por una dedicación mayor, terminan abandonando. Este proceso, sería, evidentemente, contraproducente.
En otras ocasiones son los propios padres, con conductas poco apropiadas, los que avergüenzan a sus propios hijos.
Por eso es fundamental la colaboración no sólo de la escuela ( cuya ejemplar muestra hemos descrito), sino también de las federaciones deportivas y los responsables educativos, que tienen que ser capaces de conducir, primero hacia el deporte en sus inicios como aprendizaje para la salud y luego como trampolín para una práctica más habitual o continuada.



martes, 22 de mayo de 2018

EMOCIÓN


Si hay una palabra que mejor pueda definir el sentimiento que traspasa a los que asistimos en Montijo a los JEDES, ese es el de emoción. Comprobar cómo existe una Extremadura que lucha, que ríe, que trabaja, que se divierte, que progresa, que mejora y que disfruta con lo que hace.
Comprobar que vive uno en una región donde se mira a los más vulnerables. Donde, como señalaba el Presidente de la Junta de Extremadura, todos podemos llegar al mismo sitio, independientemente de la velocidad. Donde es tan importante la igualdad de oportunidades que la virtud que otorga la partida de nacimiento.
Observar, ahora que estamos a punto de cumplir 35 años como Autonomía, que se han asentado profundamente los principales signos de identidad extremeña. Sí, esos mismos que tan magistralmente fueron difundidos décadas atrás en otros magnos acontecimientos, como fueron las añoradas Semanas de Extremadura en la Escuela.
Poder asimilar que es posible romper todas las barreras físicas y psicológicas. Que si se quiere, se puede y que, tal como indicaba el alcalde de Montijo, este tipo de eventos contribuyen ejemplarmente a cambiar las percepciones que se tienen sobre realidades diferentes. Porque, no es menos cierto, que si todos somos diferentes, parafraseando a Hawking, también tenemos todos en común algo: el espíritu.
Y es precisamente ese afán de superacion ﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽aciente ese af el espídiferentes. Porque, no es menos cierto, que si todos somos diferentes, parafraseando a plarmenteón el que nos define y a la vez nos engloba. Seamos quienes seamos. Vengamos de donde vengamos. Por esa razón, cobran, a mi juicio, un mayor sentido definiciones de Asociaciones como Plena Inclusión.
Tras la convivencia, la competición, los intercambios, las salutaciones y las despedidas, siempre quedará este deseo: nos vemos en los JEDES.









martes, 15 de mayo de 2018

REVOLUCIÓN Y UTOPÍA


La semana pasada tuve la inmensa fortuna de coincidir en la Asamblea con un grupo de más de 100 alumnos de toda España, acompañados de sus profesores, que acudían a la fase final de la V Olimpiada Nacional de Filosofía.  Daba gusto ver, escuchar, observar y aprender a esta parte de nuestros jóvenes, cómo se expresaban, cómo transmitían los procedimientos de procesar la información que les habían enseñado y sobre todo, cómo explícitamente se establecía una comunión con toda la Comunidad. Agradeciendo lo que son y en lo que se están convirtiendo gracias a un sistema educativo y a un entorno que les había impulsado.
En este punto, es cuando nos percatamos de la necesidad de recuperar, a  sus iniciales propósitos, asignaturas como Educación para la Ciudadanía. Reconocer el esfuerzo que ha hecho la Consejería de Educación y Empleo en incorporar el número de horas adecuadas a materias como Filosofía.
Vemos, recordando a las maestras de la República lo importante que es enseñar a aprender. O, siguiendo algunos lemas, atreverse a pensar. En esta ocasión un jurado ha podido analizar sus disertaciones sobre un tema muy ocurrente: revolución y utopía. Era curioso verles reivindicar la imperiosa necesidad de dotarse de un espíritu crítico. Pelear porque la sociedad en la que se desenvuelven no se corrompa. Inmiscuirse en todo lo que les rodea ( y les va a rodear).
Estaban presentes lo mejor de cada Comunidad y se palpaba la cooperación científica y filosófica en un lugar, como muy bien precisó una de las ponentes, completamente idóneo: la Asamblea, en griego ecclesía.
Es el mejor sitio para compartir los argumentos, para perseguir la excelencia. Así, estos chic@s han podido mostrar sus habilidades en disertación, dilema, fotografía o vídeo. Cuatro categorías donde han deleitado a todos sus compañeros con su sabiduría.
Por último, el miércoles se celebró el Día de Europa en Yuste. Me sorprendió muy alegremente la intervención de una alumna de 15 años del IESO de Ceclavín, Manifestó a todos los presentes que seguramente a su edad estaba falta de años, pero le sobraban ilusiones  por los años venideros. Esperanzador.

Sin duda, estamos muy bien acompañados. Hay garantía, como también se comentó, de una buena base.

martes, 8 de mayo de 2018

FAGOCITAR


La primavera en Extremadura es sinónimo de cultura. Pueblos en fiestas, ferias del libro, festivales de teatro y de música, actuaciones solidarias… salimos a las calles con la intención de devorar todo. Como si no hubiera un mañana.
Es, por otra parte, un momento propicio para sembrar. Para adquirir hábitos que en otras épocas del año ( y sobre todo de la vida) se utilizarán.
Pero, sobre todo, es el momento de la universalización del acceso a todo tipo de producciones artísticas y culturales. Ya no es preciso acudir a las grandes ciudades. Ni esperar que se produzcan eventos multitudinarios, que también, para poder disfrutar con la posibilidad de salir de la rutina y embellecer el alma.
Me encanta, fundamentalmente, cuando acudo a los pueblos. Me recuerda la labor, casi evangelizadora, doctrinaria, que se realizaba en otros momentos de nuestra Historia reciente. Donde todo estaba por hacer.
Afortunadamente, ahora no es así y además se compite con el inmenso mundo que han abierto las nuevas tecnologías y los dispositivos digitales, que permiten tener siempre contigo casi todo lo que quieres.
Y digo “casi” porque falta el contacto directo. La charla amable. El intercambio de opiniones. El café de la entrada y las cañas de la salida. El debate.
Cierto es, que ya no se suelen llenar los auditorios para este tipo de iniciativas, antaño singulares en el devenir de cualquier localidad. Pero no lo es menos que siguen quedando muchas personas que, fieles al poder de la palabra, les agrada, les motiva, les llega a entusiasmar, el compartir su tiempo con los foráneos.
Sigamos, pues, fagocitando, asimilando y divulgando todas las acciones que, desde siempre, han permitido contar historias, escuchar melodías, suspirar con los colores y los sabores y, en definitiva, vivir muchas vidas.

martes, 1 de mayo de 2018

ALDEACENTENERA


El fin de semana pasado fue muy interesante para la Historia del socialismo. Un elevado grupo de personas nos reunimos en Aldeacentenera para estar durante todo un día hablando, debatiendo, escuchando y aprendiendo sobre nuestra Historia. Tanto la más remota, como la más reciente.
Se trataba de enlazar un relato que creara conciencia. Demostrar que los gobiernos socialistas han conseguido, gracias a la colaboración entre distintas Administraciones, sensibilizar y resolver la deuda que mantenemos con las víctimas del franquismo. El ejemplo más evidente lo tenemos en la mina Terría de Valencia de Alcántara.
De esta manera nos obsequió con una brillante disertación, el catedrático de Historia Fernando Martínez, sobre la asimetría, el diferente trato otorgado a los vencedores y a los perdedores de la guerra civil.
Un documental nos trajo imágenes que nunca hubiésemos querido ver. Heridas de familiares que todavía supuran, fundamentalmente por el desprecio de la derecha a ver atendidas sus demandas.
Tuvimos ocasión de conocer, de primera mano, los trabajos de la Comisión responsable de redactar el Borrador del anteproyecto de Ley de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura. Asociaciones, Universidad y Consejería, han ido unidos. Aportando cada uno sus propuestas y resaltando el deseo de que, más pronto que tarde, esta norma pueda estar en vigor.
Por la tarde, los testimonios orales de tres mujeres que han tenido una activa presencia en la vida pública, de nuevo empujaron a la emoción que lleva consigo el reconocimiento.
Ignacio Sánchez Amor nos habló de la gestación de la identidad extremeña en los albores de la recuperada Democracia: bandera, himno, Estatuto,…, símbolos que coincidiendo con el 35 aniversario del Estatuto y el 40 de la Constitución nos permiten asentar la extremeñeidad.
Finalmente, Manuel Candalija, nos expuso pormenorizadamente los pasos que ha seguido la Diputación de Badajoz para la creación del denominado Catálogo de Vestigios. Nos introdujo en las claves que permiten desatar cualquier tipo de polémica al analizar uno a uno los motivos y las consecuencias que lleva estar en el denominado listado.

En definitiva, una densa experiencia. Una intensa Jornada repleta de buenos momentos que nos deja a todos con ganas de repetir. Ya estamos preparando las próximas.