martes, 27 de octubre de 2015

MUJERES


Durante los últimos días el protagonismo mediático (y merecido) ha sido para las mujeres. En Extremadura se está cumpliendo la premisa que anunció, con gran impacto por cierto, el Presidente de la Junta, al aludir a que “ésta sería la legislatura de las mujeres”.
Así, y a modo de ejemplo, hemos vivido unas extraordinariamente bien organizadas Jornadas sobre Mujeres y mundo rural. Tanto Fademur como la Diputación de Cáceres, estuvieron brillantes. Me ha llegado el eco de las bienaventuradas intervenciones de los participantes. Ya va dejando de ser noticia el hecho de que Begoña, la Consejera de Medio Ambiente y Rural esté dejando su impronta en un entorno predominantemente copado por los hombres.
No son de recibo asuntos como que avanzado el siglo XXI todavía no esté comprendida la necesidad de poner en marcha la cotitularidad en las explotaciones agrarias, para poner en evidencia que las mujeres trabajadoras del campo, son algo más que números de peonadas o apoyo y sostén de otros.
No es de recibo que se abran debates sobre las cuotas, cuestionando la valía de las que paulatinamente van ostentando puestos de responsabilidad. Por sus méritos las conoceréis.
En este sentido, he quedado gratamente sorprendido al contemplar un documental sobre Gertrudis, una de nuestras primeras bioquímicas. Una señora que tuvo el privilegio de poder ir a la Universidad en tiempos especialmente convulsos para las mujeres. Que hizo carrera a comienzos de los años 40 en unos momentos en los que la investigación y la ciencia relegaba a las mujeres a la anécdota de las batas blancas de algún laboratorio aislado. Sin embargo Gertrudis, quien por cierto vivió un tiempo en Extremadura, en la estación de Arroyo/Malpartida de Cáceres, logró no sólo abrirse camino sino convertirse en uno de los referentes más lúcidos en su especialidad. Los galardones y el reconocimiento internacional la avalan.

Me ha parecido interesante este breve homenaje final para constatar cómo estamos inmersos en un mundo en el que mujeres y hombres vamos a caracterizarnos, no por nuestro género, sino por nuestro trabajo. Y ellas han dejado de ser la excepción en la excepcionalidad, valga la redundancia. Para lo bueno, para lo malo y para lo regular. Como la vida misma.

martes, 20 de octubre de 2015

QUEBRADA Y ROTA


En unas semanas estaremos inmersos en el debate de los Presupuestos de la Comunidad. Ya lo estamos con los del Gobierno de la Nación. Por esa razón escucharemos, una y otra vez, argumentaciones y contra argumentaciones sobre cómo un mundo mejor es posible. Por esa razón se volverá a hablar de herencias. Por esa razón se hablará de futuro. Y por esa razón, la ciudadanía nos agradecerá que fundamentalmente seamos realistas. Que lo que propongamos, lo hagamos.
Son momentos de traer a colación, sin que nadie nos acuse de llorar, que estamos ante una región, como bien han indicado distintos portavoces socialistas, quebrada y rota. Que tenemos delante de nosotros una Extremadura de infinitas posibilidades pero necesitada de recomponer. Que pese a que algunos les duela, estamos haciendo desproporcionados esfuerzos por volver a la normalidad.
Y no consiste en hacer desaparecer el pasado. En eliminar lo bien hecho y sustituirlo por lo nuevo.  Se trata de procurar, en primer lugar, de cumplir las promesas. Para eso nos han votado. No es necesario que insistamos que los programas electorales tienen que convertirse, necesariamente, en contratos ante los vecinos de pueblos y ciudades.
Por otra parte y aunque a muchos no les guste escuchar, a veces tenemos que hacer realidad  la solidaridad entre los distintos estratos sociales. No debe ser demagógico poner en evidencia que deben aportar más los que más tienen. No tiene que sorprendernos que el sistema impositivo se basa la sostenibilidad de servicios tan imprescindibles como la sanidad, la educación  y la dependencia.
Cierto es que los progresistas siempre hemos valorado mucho el papel del Estado en la economía. Sirve para compensar desequilibrios. Sirve para poder sobrevivir ante el egoísmo individual de los más fuertes o de los más desmemoriados. Sirve, en definitiva, para hacernos comprender que términos como redistribución y compensación son algo más que acepciones en el diccionario.

Por último, y  no menos importante, no se puede obviar para aquellos que pregonan la importancia del liberalismo en la economía y por lo tanto, minusvaloran el papel de lo colectivo frente a lo individual, que el Estado ha gastado ingentes energías en formar funcionarios, en construir escuelas y hospitales, en poner en marcha una red cada vez mejor de infraestructuras viarias…. Sería el momento en que les devolvamos algo a los demás.

martes, 13 de octubre de 2015

PAC


Estamos asistiendo en las últimas semanas a una serie de acontecimientos que, bien podríamos englobarlos, bajo la denominación de restitución de derechos perdidos. En el caso que hoy nos ocupa hablaremos de los Puntos de Atención Continuada (los PAC).
Quiero singularizarlo no únicamente en el acto protocolario, institucional, de volver a abrir las urgencias en nuestros pueblos. Saludar a los facultativos, ventear las puertas, recolocar el instrumental. En definitiva, volver a la normalidad. Decía, que me apetecía analizar la importancia que ha tenido el movimiento ciudadano en la lucha por sus reaperturas.
Un caso paradigmático ha sido el de la Plataforma de Madroñera. Gracias a su esfuerzo. A su constancia. A su ingenio y empeño. A la originalidad con la que defendían sus planteamientos… Han sido capaces de ver con generalizado gozo la utilidad de sus movilizaciones.
Por eso cobraban sentido las palabras de Vergeles, el consejero de Sanidad y Políticas Sociales cuando hacía referencia en la fiesta, sí la jornada de fiesta, que se organizó, para celebrar que ya estaba, de nuevo, el PAC funcionando: gratitud y reconocimiento a los vecinos.
A mí me gustó una barbaridad comprobar in situ la alegría de la gente. Las muestras de satisfacción alejadas de los discursos grandilocuentes. Los comentarios. Los sentidos recuerdos hacia aquellos que han sufrido las consecuencias de este terrible y enormemente largo cierre.
Son ejemplos contrastados de la utilidad social de estos servicios. Lejos queda la impronta con la que se pretendía barnizar la oscura decisión: la manida rentabilidad económica. Aquí, hay algo inconmensurable. Algo que no se puede valorar si no traspasas los sentimientos: el padre, la hija enferma, la soledad….

Así, dentro de un acto lúdico, con todavía muestras de una fina ironía reivindicativa, con  la emoción por la memoria de los fallecidos en la lucha. Dejando atrás la prepotencia con la que fueron tratados, cuando no el desprecio. Mirando hacia delante, pese a la desconfianza de los más escépticos. Así es como se celebró la última reunión de esta Plataforma. Con las palabras del pregonero “dando permiso para enfermar”. Con las declaraciones de Isabel Moza, la portavoz: “No todos los políticos son iguales”.

miércoles, 7 de octubre de 2015

300 EUROS


Resulta extremadamente curioso, rayando el esperpento, que la derecha extremeña haya puesto el grito en el cielo cuando la Junta de Extremadura ha anunciado la supresión de la denominada paga  “ vitalicia” de los 300 euros para las mujeres mayores de 75 años. Dicho así, incluso se puede pensar que se trata de un deterioro de algún derecho social adquirido. Sin embargo, si se hurga en los motivos, nos damos cuenta de los enormes errores de su planteamiento inicial.
En primer lugar se hace alusión desde su gestación a que con esta propuesta se pretendía atender a las demandas de la Memoria Histórica. Había que solventar las penalidades de todas las extremeñas que penaron el rigor de la represión en los tremendos años de la posguerra. Y para ello, nada mejor que establecer una iniciativa donde iguala a represores y reprimidos en la atención a las víctimas. ¡ Eso sí es cerrar heridas!. Fundamentalmente en los pueblos pequeños, donde todo el mundo se conoce, se podía dar la paradoja de que obtuviese esta ayuda una mujer causante de la represión. Sin menoscabo de que económicamente tuviese dificultades, no se puede argumentar, por dignidad, que se le otorga una pensión vitalicia “ en atención a los sufrimientos que pasó en la posguerra franquista”.
Eso sin descontar que se deja de lado a la otra mitad de la población. Los hombres, que al mismo tiempo que las mujeres, padecieron en sus carnes la crueldad de la Dictadura. Nos estamos refiriendo  a los hermanos, a los hijos, e incluso, si quedan vivos, a algunos padres de los torturados, asesinados, vilipendiados por el “Glorioso Movimiento”.
No quisiera pensar, como el rumor que se ha propalado, que fue una simple ocurrencia previa a la campaña electoral. Que la única intención que se tenía era la perversa compra de votos. Que ni siquiera tenía dotación presupuestaria suficiente. Que, en definitiva, era producto de las  mentes de los hijos políticos de los que vencieron en la contienda fraticida.
Por el contrario y cuando pudieron, es decir, en los 4 años de “gobierno” del PP no se ha avanzado nada en la consecución de los objetivos por los que luchaba la Memoria Histórica. Más bien se ha venido obstaculizando el cumplimiento de la Ley. Tendríamos innumerables ejemplos, pero si quieren que le pregunten a Conchita Viera, la hija del último alcalde socialista de Valencia de Alcántara antes de la Guerra Civil, cuyo cuerpo yace en una finca sin que le den permiso, simplemente para retirarlo y poder ir a visitarlo. O al ex presidente de la Diputación de Cáceres, Laureano León que retiró los apoyos de esta entidad al Plan Institucional ( rubricado por la Junta de Extremadura, las dos diputaciones y la Universidad). O más recientemente al Ayuntamiento popular de Navaconcejo quien vota a favor de que no se retiren los nombres que hacen apología del fascismo y que se encuentran en la fachada de la Iglesia del pueblo. O, en definitiva, que expliquen por qué se ha vaciado de contenido la Ley al no convocar o minimizar las ayudas o subvenciones que permitan las prospecciones con el fin de localizar las fosas de los desaparecidos.

¿Será  todo esto producto de un compromiso ideológico del PP con el pasado?