El pasado fin de semana estuve fuera de
España. Lo primero que tuvimos que hacer fue acudir a Sevilla ( también podría
valer Madrid) para coger un avión. Ya de entrada, hay que lamentar la pérdida
de tiempo en el desplazamiento por carretera hacia el aeropuerto, debido a que
en Extremadura los escasos viajes que se pueden realizar desde este medio
limitan mucho los destinos.
Te come un poco la impaciencia cuando te
percatas de que tardas más en el
trayecto hasta el embarque que en el viaje en sí. Y mucho más, cuando recurres
nuevamente al discurso doliente regional de nuestro aislamiento. Con un tren
digno, todas estas calamidades quedarían paliadas. Ya sea para viajes directos.
Ya sea para empalmar con otras posibilidades.
Por eso recurrimos a la movilización. Por
eso pretendemos que sea multitudinaria. Por eso somos conscientes de que
estamos penalizados con un ingrediente extra: la escasez y dispersión de
nuestra población que hace que sea mucho más difícil aunar miles de voces
entorno a una causa tan justa.
De esta forma, es duro ver cómo nos
conformamos con los lamentos en los entornos más cercanos. Cualquier encuesta a
pie de calle, en las cafeterías, los comercios, la consulta del médico, la
puerta de un colegio,… obtiene la misma argumentación: no nos gusta ser
ciudadanos de segunda clase. Nos sentimos menospreciados por la Administración
central del Estado. Entendemos que no se nos considera adecuadamente, ya sea
por no tener el suficiente nivel de presión para exigirlo, ya sea porque no
podemos condicionar, dado nuestro peso en el resto del Estado, las prioridades
del Gobierno.
Y eso es de lo que se trata cuando
hablamos de solidaridad. Cuando nos referimos a la necesidad de un Estado que
vele por todos. Cuando preferimos vivir unidos, para procurar estar pendientes
unos de otros. Es precisamente, lo que en el contexto en el que nos
desenvolvemos, se está quebrando.
Pugnemos por contribuir a cambiar este
repertorio de imágenes. Nos gusta Madrid por lo que representa: el nexo de
unión entre los territorios. Allí nos encontrarán el 18 de noviembre. Ese es
nuestro sitio.