sábado, 29 de mayo de 2010

LA POLÍTICA DEL MATIZ

Durante las últimas dos semanas, vayas donde vayas, escucho reacciones airadas y, en buena medida comprensibles, de aquellos que van a sufrir las medidas de ajuste acordadas por el Gobierno. Evidentemente la derecha está cabreada ( o finge estarlo) con estas decisiones, los sectores principalmente afectados también ( ¿y qué se podría esperar?) pero los socialistas y los que nos apoyan deberíamos tener muy claro la letra pequeña. A veces, en aras del sensacionalismo y del amarillismo se ha colocado en titulares parte de la noticia: "Se recortan las pensiones", "Se baja el sueldo el 5% a los funcionarios"... pero no parece ser destacable que sólo se recortarán algunas pensiones ( nunca las de mayor necesidad), el sueldo de los funcionarios disminuye en relación a sus ingresos, es decir unos más y otros menos... Menos mal que la clase política ha dado diligentemente ejemplo mostrando una rebaja sustancialmente más grande que el resto.
Quizás deba explicarse convenientemente todo esto. Cierto es que a nadie le gusta que le retiren de las rentas de su trabajo. Protestamos en muchas ocasiones ante subidas impositivas o del precio de los productos de consumo, pero lo dejamos pasar como un signo de los tiempos que evolucionan de acuerdo a determinados ciclos económicos. Sin embargo todavía no somos conscientes, y esa es la tarea que nos conviene explicar, de la imperiosa necesidad de las medidas de austeridad y de significar que aquellos que puedan deben sacrificarse, si no con gusto, sí sin alaracas, bastante más. Y en eso estamos.

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