domingo, 7 de agosto de 2011

SANTA AMALIA Y LA MEMORIA HISTÓRICA

Ayer participé en las II Jornadas de Memoria Histórica de Santa Amalia. Nada más llegar al pueblo me encuentro con la agradable sorpresa de que la Casa de la Cultura estaba repleta de gente. Al inicio del acto se podía ver, en una mañana de agosto al público incluso de pie. Se había generado gran expectación y sobre todo daba alegría ver junto a los más adultos, un elevado grupo de jóvenes: la 3ª generación. Los encargados de rescatar la memoria de sus abuelos.
Sobre las conferencias indicar que el contenido fue muy denso. Estructurado en dos partes muy bien definidas. Por un lado las intervenciones, digamos más académicas y por otro la participación del público, las exposiciones, la música, el documental y sobre todo la parte central: el enterramiento de los restos hallados. Así pues, tras una presentación a cargo de Pedro Díaz, el Presidente de la Asociación de la Memoria Histórica de Santa Amalia al que hay que agradecerle los enormes desvelo y el trabajo incansable que ha llevado a cabo, le tocó el turno a José Manuel Corbacho que nos habló sobre la actividad de la Asociación Regional de la Memoria Histórica, Silvia Herrero Calleja, arqueóloga y directora del proyecto de la fosa "La Parrilla" nos mostró de manera muy didáctica e impactante todos los pasos que han seguido para la recuperación de los restos de 8 cuerpos de personas que fueron asesinadas. Fue tremendo observar la documentación gráfica.Ramón Pérez Parejo, un profesor de Literatura de la Universidad de Extremadura nos deleitó con una intervención sobre la poesía de guerra. Ángel Olmedo Alonso, director del Campo de Trabajo de Santa Amalia nos introdujo un documental sobre las actividades que han realizado estos jóvenes en sus intervenciones en el cementerio y posteriormente en la mina la Parrilla junto con entrevistas a familiares y personas implicadas. Hubo un coloquio repleto de recuerdos donde quisieron dar homenaje a sus difuntos algunos hijos y nietos. Hubo también espacio para una intervención musical a cargo de una violonchelista. Dejo para el final, mi ponencia que estuvo centrada en la doble condición de historiador y de Secretario Para la Memoria Histórica del PSOE de Extremadura. En síntesis quise resaltar los logros en estos temas que han llevado a cabo los gobiernos socialistas: la ley de Memoria Histórica, el Programa Institucional firmado entre la Junta, las dos diputaciones y la Universidad y los campos de trabajo de jóvenes venidos de todas partes de España. Ójala que el cambio de gobierno en Extremadura no contribuya a deteriorar el trabajo realizado. Quise resaltar el hecho de que gracias a estas acciones hoy podían recibir digna sepultura los restos de las 8 personas halladas en condiciones miserables y que al final de las Jornadas, por fin descansarían, en un panteón habilitado en el cementerio, donde sus familias y amigos podrían ir a visitarlos con más decoro. Me pregunté que a quién perjudicaba ésto. Que si cualquiera, al margen de su ideología, no desearía un destino adecuado para su madre, padre, hijo o hermano. Que además eran víctimas no de guerra, pues no habían fallecido en un enfrentamiento bélico sino que habían sido asesinados por profesar unas ideas diferentes a las de sus verdugos. Hablé de sus obras, de la importancia de preservar, junto ahora sus restos, su memoria. Quise trasladar, por último una llamada de atención hacia aquellos que pretenden reescribir la Historia. Ya lo hicieron determinados aficionados a la Historia cuando pretendieron argumentar que el origen de la guerra civil había sido no por culpa de los rebeldes sino ¡sorprendentemente! del gobierno legítimamente resultado de las urnas o de echar piedras sobre el legado republicano ( en el que por cierto hubo gobiernos de todos los colores políticos). Ahora pretenden hacer algo similar con los últimos 30 años de nuestra Historia, para resaltar que es a partir del triunfo de la derecha en Extremadura cuando, ¡por fin! se vive en libertad o desacreditar los ingentes logros alcanzados en estos años. Como si estuviéramos ahora peor que a comienzos de la década de los 80. Los más jóvenes quizás no lo puedan apreciar pero el resto que juzguen y digan si estamos igual, mejor o peor que antes. Por eso es importante el proyecto de investigación que hemos iniciado tendente a rescatar los nombres de todos aquellos socialistas que en la clandestinidad lucharon por traer la democracia a nuestro país junto con los que en condiciones muy difíciles realizaron actividad política en los primeros años de la Transición.
Antes de dirigirse la comitiva al cementerio me comentaba Santiago Díaz, exalcalde de Santa Amalia, que un dirigente de IU en el pueblo le había señalado que todas estas actividades se perderían con la entrada en el gobierno extremeño del PP. Al margen de estar completamente seguro de que un gobierno socialista hubiera impulsado cada vez más este tipo de actuaciones, mi respuesta la extraigo de unas palabras escuchadas durante las Jornadas: el silencio, compañero, no es neutral.

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