domingo, 25 de julio de 2010

CABEZA LA VACA Y LA MEMORIA HISTÓRICA

El jueves pasado acudí a Cabeza la Vaca a inaugurar unas Jornadas de Memoria Histórica que había organizado la Agrupación local del PSOE en esta población del sur de Extremadura. Felicité a los organizadores por varias razones: la primera por la continuidad en el empeño, es la segunda edición y tiene todo el aspecto de irse consolidando. En segundo lugar por el tema elegido dado que en esta ocasión se han centrado monográficamente en el papel de la mujer como sujeto y objeto de represión y por último por el exquisito detalle con el que habían preparado toda la intendencia: una bellísima y acogedora Casa de la Cultura, un público expectante, una emotiva exposición de fotos, unas proyecciones documentales muy atractivas y finalmente unas ponencias y experiencias personales que completaban el deseo de que la realidad se hacía posible gracias al impulso de la demanda.
Resalté la constatación de que afortunadamente están proliferando Jornadas de este tipo, tanto de ámbito local, provincial o regional debido a que la gente ha estado demasiado tiempo callada, en silencio, con miedo ( incluso recientemente lo hemos podido comprobar cuando hemos entrevistado a los hijos y nietos de algunas personas que fueron brutalmente reprimidas y que todavía no se sienten seguras). Ahora quieren desahogarse, que se escuche esa Historia que no aparece en los Archivos y que aparezcan junto a los huesos que se rescatan en las fosas, el relato de su trayectoria vital: el por qué junto al cómo. Ese es el sentido de lo que venimos denominando Memoria Democrática.
Y es que nuestra pretensión es sacar a la luz toda nuestra Historia, tanto la pasada como la más próxima. En breve iniciaremos proyectos para poner en valor el trabajo de los compañeros y compañeras que vivieron su pasión política en la clandestinidad. La labor de nuestros alcaldes y concejales en los primeros años de la Transición que hicieron posible una auténtica revolución en la Comunidad. Algunos perfiles biográficos los estamos colgando en la web regional del Partido.
Para finalizar comenté lo que entendía había sido el papel de la mujer en la postguerra, cómo había sabido sufrir callada y sacar adelante en muchas ocasiones a una abundante familia completamente estigmatizada en el pueblo. Algunas sufrieron represión física ( en ocasiones pagadas hasta con la propia vida, otras veces purgadas y humilladas) pero todas fueron sometidas a una feroz persecución psicológica: eran mujeres, madres, hijas o hermanas de "rojos", no merecían ni el trabajo, ni el saludo de los vecinos, ni tan siquiera la caridad. La valentía de su carácter las hizo poder continuar, si bien un buen número tuvo que emigrar en una Extremadura totalmente oscurecida en todos los planos: en el político, en el social, en el económico o en el cultural. Pruebas de ellos las recogemos en un libro que acabamos de editar gracias a la ayuda del Instituto de la Mujer y en colaboración con la Fundación CIVES. Os animo a consultarlo.

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