SENTIR
Durante estos cuatro interminables años de sufrimiento,
miles de extremeños han estado ansiando que llegaran estas fechas. Ahora, que
de nuevo nos encontramos con nuestros paisanos por toda la geografía regional,
se siente, sí, se huele, se palpa.... esa imperiosa necesidad de volver a la
normalidad. De volver a tener sensibilidad con la gente.
Cierto es que algunos se están preocupando por acaparar
titulares de pretenciosos medios de comunicación. Cierto es que alejados de la
realidad buscan conspiraciones, tejemanejes e incluso llegan al despropósito de
criminalizar el acuerdo entre los Partidos.
Pero los socialistas a lo nuestro. A hablar con la gente. A
identificarnos con ellos. A comprobar, como el otro día en las Hurdes, el daño
a la educación de los jóvenes que se había hecho desde ese invento que llaman
el Gobex. A poner cara a las familias que tienen que elegir qué hijo sale a
estudiar. A percatarse que ya no es sólo el sacrificio, y el orgullo, de los
humildes, el que posibilitaba tener un vástago universitario, dado que se ha
constatado la absoluta imposibilidad de poder llevarlo a cabo debido al
desmantelamiento brutal de las ayudas a la educación: eliminación de becas,
supresión del transporte escolar.... Y lo dice alguien que pudo titularse
gracias a los gobiernos socialistas.
Claro que es verdad cuando te piden que recuerdes, que
compares, que traigas a la memoria quién estaba al frente cuando pasaron las
mejores cosas de nuestra tierra: eran los socialistas. Eran las políticas de
izquierdas. Eran aquellos que, como tú, a veces te equivocas. Eran los que
pedimos perdón. Eran los que prometemos rectificar.
Por eso cuando te mezclas con la gente es cuando compruebas
que al margen de tus pensamientos, existen muchas visiones de la realidad, pero
lo que no tiene la menor duda es que no quieren dejar pasar la oportunidad de solicitar nuestra ayuda. De proponernos
medidas. De ponerse a disposición de la modernidad y del progreso que ha
supuesto el PSOE durante 136 años.
Da gusto ver a una militancia motivada, a unos
simpatizantes que llenan, como hace mucho tiempo no pasaba, nuestros actos
públicos. Quedas satisfechos cuando se produce esa intersección entre la rabia
contenida ante la impotencia por haber dejado que pasara en Extremadura una cruel
política antisocial y la alegría de estar al lado de los protagonistas de una
nueva construcción: la que te dice, “ el PSOE eres tú”.
De esa forma la derecha extremeña tiene miedo. Se refugia
en los oropeles, porque como cantaba Alejandro Sanz “ no hay peor miedo que el que se siente cuando no
se siente nada”.
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