En estos días de campaña
electoral los socialistas extremeños estamos recorriendo nuestra tierra con
carácter propositivo: tras escuchar toca proponer. Tras recoger aportaciones,
sugerencias, críticas, consejos…. Toca
elaborar, construir, imaginar, conseguir….
Orgullosos como estamos
de nuestros símbolos, de nuestros 136 años de Historia, de nuestra renovación,
de las más de 100 candidatas mujeres…mostramos el puño y la rosa, exhibimos la sigla “PSOE” de manera ostentosa, ponemos a
alto volumen la música que nos identifica… es decir todo lo contrario de la
derecha regional que, sabedora que Monago es igual que Rajoy, que lo señalan
junto a Bárcenas, Rato, que es del mismo partido que la Gürtel ha optado por
esconderse bajo un logotipo plagiado, un dos caballos pintado que supone una
burla al sufrimiento de los extremeños o una triste sintonía que evita recordar
su pasado.
En esta ocasión no buscan
la complicidad de ese mundo rural por el que Monago prometió cortarse un dedo
si hacía cualquier recorte: otra vez queriendo tratarnos como idiotas, otra vez
simulando que su verdadera intención era convertir los servicios públicos en un
negocio sin importarles que preferían, si llegaba el caso, cerrar los pueblos.
Por eso es muy positivo
hacer un alto en el camino y comparar. Ver cómo estaba Extremadura en el 2011 y
cómo está ahora. Verificar si era necesario pasarlo tan mal para llegar donde
estamos. Corroborar quiénes han sido precisamente los que se han quedado en el
camino: aquellos que necesitan dos años para tener una cita médica cuando
nuestra sanidad era el ejemplo que se ponía en toda España. Los abuelos que
deben pagar de sus menguadas pensiones el transporte escolar suprimido por el
PP, de sus nietos, dado que sus padres están en paro. Desempleo que no hacen
falta retóricas, sino cifras para demostrar la diferencia sustancial entre una
legislatura y otra. Y eso sin pararnos a reflexionar sobre la calidad de los
escasos empleos “creados”. Sobre su duración o sobre los salarios de miseria.
Ante un gobierno obsceno,
grosero que insulta y golpea, los socialistas nos obsesionaremos por los
problemas de la gente. Van a cambiar muchas cosas.
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