HOMENAJES

Este fin de semana hemos homenajeado en El Casar de Cáceres a un grupo de compañeros socialistas que dieron literalmente su vida, por tener unas ideas diferentes a sus verdugos. No murieron en ningún frente de guerra. Ni fueron víctimas de un enfrentamiento entre grupos. Fue algo tan simple como una cruenta persecución y/o caza, que en el peor de los casos quedo escondida en algún lugar de nuestra geografía y en otros disimulada con una pantomima de juicio.
Pero lo principal es que, año tras año los recordamos. Como hemos dicho en muchas ocasiones: sin complejos. Como quien añora a un padre, a una madre, a un hijo, a una novia... Y no nos importa que otros hagan lo mismo si el problema que enciende la polémica es por qué no nos acordamos de aquellos que no piensan como nosotros. Que lo hagan. Es su derecho y tienen mi más convencido respeto y apoyo. Sin embargo ahora estamos rescatando del olvido de décadas, del silencio del miedo, el rastro de miles de asesinados que nunca encontraron sitio en las estadísticas y en los reconocimientos oficiales del anciano régimen. Y seguiremos haciéndolo. Sin reivindicar revanchas, sin fomentar odios. Sencillamente reivindicando el valor de sus obras. Aprendiendo con su ejemplo. Tomándolos como referencia de futuro.
Por todo ello es una gran alegría ver cada vez más a las terceras generaciones, a los jóvenes, organizando, impulsando y llenando este tipo de actos. Son momentos para la ideología.