EDUCAR PARA LA DEMOCRACIA
La semana pasada, la Fundación CIVES organizó en el Ateneo de Madrid un Encuentro Nacional para la Convivencia y la Memoria Democrática. Tras una espectacular puesta en escena, pudimos disfrutar de las experiencias y proyectos de un gran número de alumnos venidos de todas partes de España y que nos demostraron que hay esperanza, que hay ilusión, que hay ganas, de luchar por el fortalecimiento de la Democracia frente al ascenso de quienes la combaten. Se trataba, en definitiva, de dar la palabra a los jóvenes, auténticos protagonistas, en este tipo de actos.
El dilema estaba servido, en palabras de Victorino Mayoral: o educar para la Democracia o educar para la Dictadura. El historiador Howard Zinn hizo popular la frase “ imposible ser neutral en un tren en movimiento” a la que aludió la presentadora del acto, Afra Blanco ( recordando, en este caso una canción que también lo expresa). Se trata de no permanecer pasivo, especialmente ante la injusticia. Por esa razón lo vivido en el Ateneo de Madrid fue enormemente positivo. Se pudieron constatar y celebrar avances en este sentido.
Por su parte, el Secretario de Estado de Memoria Democrática quiso expresar su intención de no dejar pasar desapercibidos los actos que se están desarrollando en el 50 aniversario de la muerte del dictador. Por ese motivo es preciso resaltar el importante papel desempeñado en la Transición por el movimiento obrero, los estudiantes, las mujeres, los curas obreros, las asociaciones vecinales… que no se cansaron de combatir a favor de la conquista de los derechos y libertades que hoy disfrutamos. Por eso sigue siendo necesario adoctrinar en valores democráticos.
De la terna de participantes en las inauguración no podemos olvidarnos de la que fue la mejor alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Con una lucidez espectacular apeló a los jóvenes para suscitar entusiasmo e ilusión por la democracia y a que se analice por qué se producen los intentos de su secuestro. Puso como ejemplo a los intolerantes que no quieren escuchar a nadie porque dicen que ellos tienen la única verdad.
Hubo presencia extremeña con dos institutos: uno de Castuera que levantó la emoción del público al imaginar cómo sería la vuelta del poeta Miguel Hernández a Castuera si no hubiese fallecido en las cárceles franquistas. Denunciaría las guerras de Ucrania y Gaza, las causas del cambio climático, las condiciones de los inmigrantes… todo ello rodeado de móviles en la plaza del pueblo.
El otro instituto extremeño fue el de Montijo que hicieron una investigación sobre los maestros de su pueblo represaliados y que contaron con la exposición “Depurados” realizada por el Servicio de Memoria Democrática de la Diputación de Cáceres.
En definitiva, hay motivos para la esperanza. Tenemos mucho que aprender de estos jóvenes, como decía John Dewey, la escuela es una comunidad democrática en miniatura, ayuda a resolver conflictos ( nos lo comentaron un grupo de alumnos de Murcia).
Los derechos no son permanentes hay que defenderlos. Si toleramos a los intolerantes, los intolerantes acabarán con la tolerancia..
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