LA SIEMBRA
Los socialistas extremeños estamos imbuidos de una actividad
continua durante todos estos años que no nos dejamos sorprender por
ruidos que quieren alejarnos de nuestro objetivo principal: cambiar
el desastre en el vivir cotidiano que tienen buena parte de nuestros
paisanos, por culpa de las políticas regresivas de la derecha.
Sí, de la derecha, pues como bien indican nuestros líderes, somos
un Partido muy orgullosos de nuestra ideología. Somos de izquierdas
y aunque parezca una perogrullada estamos frontalmente opuestos a las
políticas conservadoras. Es decir a la derecha.
A su vez, no nos gusta escuchar
cuando alguien dice que no es de izquierdas ni de derechas, nos
recuerda a otros tiempos. A épocas de Dictadura. A pensamientos
totalitarios, en los que parece que lo único “decente” es lo
mío.
Es precisamente el compromiso el
que nos hace percatarnos de que en las organizaciones, como en la
sociedad donde vivimos, hay problemas. Y de eso se trata: de
solucionarlos. No de enunciarlos.O por el contrario, no de machacar,
una y otra vez, con “ dejemos de hablar de ello”.
Nos presentamos día a día con la mirada limpia del que sabe que
está sembrando. Que está haciendo su trabajo. Que le pone nombre y
apellidos a las cosas. Fechas y cantidades.
Esa es una de las razones que muestran la necesidad de cambio. Son
tiempos nuevos. Somos conscientes de que no sólo no se pueden
proponer grandes proyectos, dado que la ciudadanía tiene en un brete
a todos los políticos, sino que es imprescindible acometer
situaciones concretas.
Es el devenir de la gente. Sus preocupaciones. Sus inquietudes. Sus
dramas. Por todas estas cuestiones, precisamente ahora, se precisa de
referentes reconocidos. Ha llegado la hora de recoger, como el buen
estudiante, el resultado del trabajo realizado. Los vecinos se han
percatado de que antes, con los socialistas, se vivía mejor. Pero no
sólo eso, también saben que ante una dificultad sobrevenida, la
proximidad, la intensidad emocional con la que los humildes nos ven
como propios, acelerarán la catarata de demanda de vuelta de los
socialistas al gobierno de Junta, diputaciones y ayuntamientos.
No para mandar, sino para servir. Me quedo con el cartel que tiene a
la entrada el alcalde socialista de un pequeño pueblo de la
provincia de Cáceres, “ entre sin llamar. Esta es su casa”
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/siembra_850453.html