lunes, 26 de enero de 2015

LA SIEMBRA


LA SIEMBRA
Los socialistas extremeños estamos imbuidos de una actividad continua durante todos estos años que no nos dejamos sorprender por ruidos que quieren alejarnos de nuestro objetivo principal: cambiar el desastre en el vivir cotidiano que tienen buena parte de nuestros paisanos, por culpa de las políticas regresivas de la derecha.
Sí, de la derecha, pues como bien indican nuestros líderes, somos un Partido muy orgullosos de nuestra ideología. Somos de izquierdas y aunque parezca una perogrullada estamos frontalmente opuestos a las políticas conservadoras. Es decir a la derecha.
A su vez, no nos gusta escuchar cuando alguien dice que no es de izquierdas ni de derechas, nos recuerda a otros tiempos. A épocas de Dictadura. A pensamientos totalitarios, en los que parece que lo único “decente” es lo mío.
Es precisamente el compromiso el que nos hace percatarnos de que en las organizaciones, como en la sociedad donde vivimos, hay problemas. Y de eso se trata: de solucionarlos. No de enunciarlos.O por el contrario, no de machacar, una y otra vez, con “ dejemos de hablar de ello”.
Nos presentamos día a día con la mirada limpia del que sabe que está sembrando. Que está haciendo su trabajo. Que le pone nombre y apellidos a las cosas. Fechas y cantidades.
Esa es una de las razones que muestran la necesidad de cambio. Son tiempos nuevos. Somos conscientes de que no sólo no se pueden proponer grandes proyectos, dado que la ciudadanía tiene en un brete a todos los políticos, sino que es imprescindible acometer situaciones concretas.
Es el devenir de la gente. Sus preocupaciones. Sus inquietudes. Sus dramas. Por todas estas cuestiones, precisamente ahora, se precisa de referentes reconocidos. Ha llegado la hora de recoger, como el buen estudiante, el resultado del trabajo realizado. Los vecinos se han percatado de que antes, con los socialistas, se vivía mejor. Pero no sólo eso, también saben que ante una dificultad sobrevenida, la proximidad, la intensidad emocional con la que los humildes nos ven como propios, acelerarán la catarata de demanda de vuelta de los socialistas al gobierno de Junta, diputaciones y ayuntamientos.
No para mandar, sino para servir. Me quedo con el cartel que tiene a la entrada el alcalde socialista de un pequeño pueblo de la provincia de Cáceres, “ entre sin llamar. Esta es su casa”
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/siembra_850453.html

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