domingo, 4 de enero de 2015

Balances

BALANCES
Es época de balances. Finaliza diciembre y asistimos, año tras año, a una sucesión de estadillos comparativos de lo que se ha hecho. Algunos son más atrevidos e incluso pretenden demostrar que porcentaje de lo prometido hace exactamente 365 días se ha cumplido.
Y es que medimos el tiempo de una forma estanca sin tener en cuenta otro tipo de parámetros más objetivables. Así, determinadas tendencias de investigación histórica nos han demostrado que, en muchas ocasiones, las referencias a los siglos para marcar cambios sustanciales de ciclo no son reales: la historia contemporánea tal como se ha estudiado siempre, no comienza en el siglo XIX sino en 1789 con la revolución francesa y su antecedente norteamericana, el siglo XX como momento revelador no “ daría comienzo” en 1900 sino con la revolución rusa o por el mismo pretexto el XXI habría tenido lugar desde la caída del muro de Berlín. Eso sin tener en cuenta que ya las secuencias de grandes transformaciones no se miden a largo plazo, sino que son una sucesión intermitente de multitud de avances, gracias a lo que en su momento se llamaron nuevas tecnologías de la comunicación y de la información.
Y en política, que suele ser nuestro caso, ¿qué sucede? Pues que nos empeñamos en hacer balance de lo realizado ahora, cuando tendría mucho más sentido lógico hacerlo coincidir con el final de la legislatura, o con el aniversario de cada año parlamentario. Ahí es donde debería verterse qué de lo planificado se ha hecho real, dado que a 1 de enero muchos de los procesos están a medio terminar y no se puede cuantificar ni valorar de manera acertada.
Por lo demás es cierto que son los momentos en los que se echa la vista atrás ( o adelante) y se recuerda ( y se valora) lo sucedido: personas y personajes que nos abandonaron,  películas estrenadas, libros escritos, inventos surgidos, grandes gestas deportivas, desastres naturales, económicos y/o sociales…
En instantes de supervivencia la conjunción entre ilusión y nostalgia nos debe dar fuerza para asumir los nuevos retos. En eso estamos.


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