lunes, 18 de noviembre de 2013

SAN GIL: LA SEMANA DEL COLONO

Vengo de participar en una Mesa Redonda que ha dado inicio a las actividades que se han organizado en San Gil con motivo de la Semana del Colono. Con respecto al acto en sí, cabe considerar que ha estado acompañado de un inusitado interés por parte de un abarrotado auditorio, cuyo público llenaba el Salón de Actos del Ayuntamiento de la localidad. Mis compañeros de Mesa, José Ignacio Sánchez Sánchez-Mora, Esther Abujeta y Moisés Bazán ayudaron en la tarea de que las segundas generaciones se apasionaran en el debate por conocer la necesidad de conservar su Patrimonio e Historia. En definitiva fue un repaso a la importancia del agua, de la vida del hombre y del arte y la espiritualidad en estos jovencísimos pueblos. Resultan curiosos algunos detalles como el hecho de que cuando algunos colonos llegaron al pueblo, éste todavía estaba sin terminar, o que vanguardias como el equipo de “El Paso” dejaran plasmado su trabajo en sus principales momumentos o la ruptura del estereotipo de que fueron ideados por el régimen franquista en su doble objetivo de poner en riego tierras de secano para aumentar la riqueza agraria y a la vez conseguir un enorme rédito propagandístico. Se olvidaban de recordar que este tipo de políticas fueron ideadas, entre otros antecedentes más lejanos, por el ministro socialista Indalecio Prieto en el primer bienio de la II República a través del denominado Plan Nacional de Obras Hidraúlicas y retomada esta planificación una vez acabada la guerra civil. El plan de colonización incluía el acceso a la propiedad de la tierra, las infraestructuras agrarias y las infraestructuras de servicio y urbanización y en la entrega de las parcelas. Si bien tuvieron preferencia los apareceros y arrendatarios de los pueblos de la zona hemos podido contrastar cómo llegaron colonos de muchas otras partes de España en búsqueda de unas mejores condiciones de vida. También llamó mucho la atención el poner en valor el menos conocido Plan Cáceres frente al abrumadoramente difundido Plan Badajoz o que frente a los numerosos avances en política social que supusieron los miles de asentamientos no se cayera en el error de no haber pensado a medio plazo en la industrialización de los productos agrícolas (es decir en contemplar la creación de una industria agroalimentaria) y que habrá que esperar hasta los años 80 cuando un incipiente movimiento cooperativista trate de remediar esta sentida debilidad. No se consiguió frenar la emigración pero al menos se fijó la población (49000 habitantes en Extremadura y 10000 viviendas) y se dio jornales en una economía de subsistencia a miles de familias. Hablamos a su vez de urbanismo, de las posibilidades de las viviendas, de su actualización a las necesidades del siglo XXI frente a la necesidad de preservar el ordenamiento urbano con el que se diseñaron estos poblados y que les ha hecho acreedores a ser considerados bienes de interés cultural en algunos casos. Difícil disyuntiva que sólo se saldará con el diálogo entre administraciones y vecinos. San Gil: la semana del colono ( El Periódico Extremadura - 16/11/2013

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