domingo, 22 de diciembre de 2024
SABER
Me ha parecido una excelente idea que se haya creado una Red de Memoria, Paz y Resolución de Conflictos, auspiciada por el Programa Democracia de AECID y de la que forma parte la Diputación de Cáceres.
Es una extraordinaria oportunidad a invitar a compartir experiencias y para aprender de lo que se hace en otras latitudes, fundamentalmente en temas objetos de nuestro interés, como es la educación en valores democráticos para la generaciones más jóvenes y la formación en el mismo sentido para los cargos públicos.
Por lo que respecta al conocimiento del pasado más doloroso de estos países, Carlos Beristain, que fue miembro de la Comisión de la verdad en Colombia, lo define muy adecuadamente al ponerse en el lugar de las víctimas: “nosotros sabemos qué pasó, los responsables también, queremos que la sociedad sepa lo que sucedió”.
La violencia se retroalimenta en numerosos lugares y hace cuestionar el fin de los procesos traumáticos, entre otras causas, al criminalizar a los defensores de los Derechos Humanos. Algo que sucedió con intensidad en la década de los 80 del pasado siglo y que se está comprobando que ha vuelto a suceder en la actualidad.
Es decir, se trataría de explicar los “ por qué” además de narrar lo sucedido. Hay que conocer los hechos del pasado político más conflictivo para evitar su reproducción.
En este camino, por parte de los que se identifican con los opresores, o aquellos que todavía defienden la Dictadura, no hace falta, ni siquiera demoler las legislaciones que soportan el apoyo a este tipo de actuaciones. Tan solo es necesario dejar sin presupuesto a las políticas públicas de Memoria.
Por esa razón es imprescindible sintonizar y convocar a la participación como una de las claves imprescindibles a la hora de combatir el intento de que se deje de hablar de Memoria Democrática.
Así pues, necesitamos que se desarrollen las legislaciones en marcha, que hemos comprobado que falta mucho por ejecutar ( y no solamente en España) y no estar al socaire de los vaivenes políticos ( es, por ejemplo, el temor que se tiene ahora por ejemplo en la Argentina de Milei).
La parálisis que provoca el cansancio detectado en determinados sectores de la sociedad al hablar de profundizar en la Democracia solo puede salvarse haciendo hincapié en la concienciación y en la formación como retos y oportunidades trabajando especialmente con la juventud.
De esta forma, el estudio de la Constitución, la implantación definitiva en el currículum educativo de los temas de la Historia más reciente, la educación para la ciudadanía con todos los temas éticos que conlleva, deben ser cuestiones transversales a las que no deberíamos poner la mínima objeción.
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