martes, 28 de febrero de 2017

ANACRONISMO


La medición del tiempo a la hora de acompasar las realidades ha sufrido una auténtica transformación en la última década. Una revolución, sin duda. A veces, me gusta recordar a los más jóvenes, que buena parte de los avances de los que disfrutan, eran impensables, hace tan sólo 10 o 15 años. Autovías, internet,  los teléfonos móviles, la televisión vista en distintos soportes digitales y con una amplísima variedad de canales… incluso asuntos tan presentes en nuestra vida cotidiana que parecería surrealista carecer de ellos: un Instituto o Colegio, un Centro de Salud, una pista polideportiva, una Casa de la Cultura….
Por eso, insisto, en que no es que vaya todo muy deprisa solamente, sino que hasta en el lenguaje político, hay que adaptarse, manteniendo los principios, sin perder lo sustancial, para darte cuenta, por ejemplo, de lo que significan las ideologías.
Ser de izquierdas, en el siglo XXI no es únicamente una cuestión de talante. Una pose. Un síntoma de progresía. Estamos hablando de un estar en la vida. No un decir, sino un hacer.
Estos días en Cáceres, la ciudad donde vivo, se han producido dos  sucesos que corroboran lo que es un fracaso social de la Comunidad. Por un lado, un anciano con el llamado síndrome de Diógenes, llega a una situación, aparentemente sin salida, pero que, obviamente viene precedido de un largo prolegómeno, de cuya gravedad, nadie parecía haberse percatado.
Por otra parte,  y con el ánimo de singular el drama de la violencia de género, asistimos sorprendidos, una vez más, al asesinato de un hijo a un padre del que presuntamente se desprendían malos tratos hacia su mujer. Sea lo que sea, está claro que estamos ante un elemento más de desilusión de una empresa colectiva, la vida en sociedad, en común, cuyas normas quedan altamente transgredidas.

La izquierda, en el caso que me afecta, tiene que tener respuestas inmediatas a estas lamentables situaciones. No sirve la mera condena, ni las declaraciones de solidaridad. Ahora, que entramos en época de Congresos, se hace necesario que pongamos negro sobre blanco cuáles son nuestras iniciativas. Cuál es nuestro compromiso real donde tengamos cargos de responsabilidad. Y pasar, de manera efectiva al campo de lo ejecutivo, bajando del cielo de la filosofía.

martes, 21 de febrero de 2017

JÓVENES Y POLÍTICA


En muchas ocasiones escuchamos como un mantra la expresión de la supuesta desafección de los jóvenes a la política. Pues bien, esta semana, he podido comprobar algo que se aleja de ese tópico. Diputados de Podemos, del PP y del PSOE nos hemos reunido con un buen número de estudiantes de Bachillerato del IES Castillo de Luna en Alburquerque para hablar y debatir sobre política.
Fueron dos horas intensas en las que, partiendo de una primera aproximación por parte de los políticos hacia la realidad de sus partidos: su Historia, su ideología, su organización, sus diferencias, empezó la batería de intercambios de opiniones y de cuestionamientos sobre los más variados asuntos de la realidad política regional, nacional e internacional.
Hay que felicitar la iniciativa de Carmen, su profesora de Filosofía que con tanto acierto llevó adelante esta Jornada. Previamente, el alumnado había trabajado sobre el tema. Sin embargo, resalto la espontaneidad de muchos de ellos, que ajenos a las preguntas preparadas se soltaron e incidieron en todo tipo de temas, algunos de ellos de gran profundidad y delicadeza. Prueba de su sensibilidad hacia la cosa pública.
Entre otras muchas cosas expusimos nuestros puntos de vista sobre las becas, los acuerdos entre los partidos, tanto con otras fuerzas políticas así como las diferencias internas, la EVAU ( antigua Selectividad) y la supresión de las reválidas... Curiosa fue la pregunta sobre qué opinión nos merecía Donald Trump o cómo discutiendo tanto entre nosotros pretendíamos gobernar España.
Se mostraron cercanos cuando nos plantearon el tema del cobro de impuestos, en especial o en concreto el de las herencias y sus distintas aplicaciones según la Comunidad Autónoma donde residas.
Me llamó mucho la atención la apelación que nos hizo un alumno a que hiciéramos autocrítica. Balance de aciertos y errores. Poniendo para que no nos fuéramos por las ramas un estrecho marco temporal: desde las últimas elecciones nacionales.
Para finalizar hablamos de los hiperliderazgos y de la necesidad de contar con equipos que puedan controlar la toma de decisiones.

Terminamos con ganas de más. Muchas palabras se quedaron en el tintero. Esperamos repetir en breve. Hay esperanza. Merece la pena.

martes, 14 de febrero de 2017

MUJERES Y ESCUELA


Hace unos días al terminar de leer un libro sobre la escuela en la Segunda República, me indujo a reflexionar, de manera extemporánea, sobre el papel de la mujer en el impulso de las corrientes innovadoras. Sobre la fuerza que conlleva el romper con el anacronismo de ciertas costumbres. Sobre las dificultades añadidas a cualquier atisbo, en este caso, de renovación pedagógica.
La empatía que lograron fue fundamentalmente gracias a su implicación y compromiso. Si ser docente ya requiere un fuerte compromiso vocacional, estamos ahora hablando, de que para combatir los estereotipos se  ha tenido que resolver la elección, a veces nada sencilla, entre avanzar, estancarse o retroceder.
Por esa razón, entiendo que la Historia debe congraciarse con sus nombres. Hablar de las mujeres en abstracto, de lo que consiguieron, de sus objetivos y retos.... está muy bien, pero es necesario sacar también a colación sus nombres. Pues fue la singularidad la que posibilitó la suma y el salirse de lo establecido. El progresismo frente al conservadurismo.
En estos momentos en los que algunos dudan de la influencia de la política en la educación, éste es un buen reflejo de su importancia. Conceptos como ciudadanía, coeducación, carrera profesional, curriculum.... llevan consigo un fuerte componente de la acción política.
Si las infraestructuras fueron ( y lo son ) relevantes, así como los medios materiales para poder ejercer tu profesión de manera adecuada, me parece mucho más significativa la presencia de los maestros en las aulas: su número, su formación, su consideración y dignidad.... Antes y ahora.
Son las herramientas para llevar a cabo la escuela en el ámbito rural y en la ciudad. Extenderla a los adultos, abrirse continuamente a los nuevos métodos. En definitiva, actualizarse.
En la década de los 30 del  siglo XX se dio un gran paso, en los comienzos de la Transición numerosos grupos de maestros y maestras continuaron esa labor ( tras el desierto de la Dictadura). Es el momento de impulsar nuevos planes para este colectivo para volver a colocarlo en el lugar de la escala social que le correspondió y que ahora, obviamente, no tiene.















martes, 7 de febrero de 2017

EQUIVOCARSE


El PSOE, durante toda su Historia, ha conocido la victoria en numerosas convocatorias electorales a todos los niveles: municipales, autonómicas y nacionales, está en crisis. Nadie lo duda. Lo principal es emitir un acertado diagnóstico para poder ponerle pronto cura. Distinto es calcular la trascendencia y las causas del mal. Pues no en todos los sitios le va de la misma manera: hay zonas de España donde es habitual que sobrepase el 30% de los votos y en otras donde no llega al 15%. Hay sitios donde una y otra vez es la primera fuerza y otros donde ha pasado a ser la 3ª o la 4ª.
Por eso llama la atención escuchar el anuncio de algunos aspirantes a dirigirlo, cuando señalan e insisten en proclamarlo: que la gente nos ha dado la espalda porque se han equivocado. Negamos esta sentencia. La gente, así en abstracto, no se equivoca. Se habrán equivocado los dirigentes del Partido o el propio PSOE en la toma de algunas decisiones. O será que no hemos tenido líderes en los últimos años que hayan sido lo suficientemente convincentes más allá de declaraciones grandilocuentes o proclamas genéricas.
Por eso ahora se habla de proyectos. De bagajes. De experiencias previas y de trayectorias de éxito. Por eso ahora, es el momento de poner en valor el trabajo que están realizando nuestros diputados en el Congreso. Sólo recordar los logros recientes, como la lucha contra la pobreza energética o el tema de las cláusulas suelo, serían motivos para declarar que estamos de nuevo en la senda de la izquierda.
Me gustaría que, tras estos procesos congresuales, podamos comportarnos como buena parte de los países de nuestro entorno. Allí, tras la celebración de primarias o comicios internos, los partidos socialistas salen unidos. Salen a las elecciones con ganas de vencer. De ser útiles a la ciudadanía. Tratando de contar con lo mejor de cada casa. Tratando de hacer ver que lo que nos aglutina son los valores progresistas y que, lo que nos separa son los intereses personales. Evidentemente mucho más mediáticos.

Por lo tanto, pongámonos en marcha. El reto, como siempre, es ganar elecciones. No nos cansaremos de repetir que el Poder por sí sólo no tiene sentido. Únicamente se puede considerar satisfactorio si va a acompañado de medidas concretas, que posibiliten la mejora de las condiciones de vida de nuestros paisanos. Prometer para cumplir. Tengamos presente el ejemplo de Trump y luchemos para combatirlo. Creímos que eran simples peroratas de mitin y mira…