martes, 28 de abril de 2015

UNIDAD DE PROGRESO


Acertadamente recordaba Guillermo Fernández Vara, en el Día de la Rosa de Casar de Cáceres, que no podemos consentir que si existe en la Asamblea de Extremadura una mayoría de izquierdas gobierne la derecha. Esta unidad de los progresistas no es sólo cuestión de estrategias partidistas, mas al contrario, es una demanda que reclaman con insistencia los ciudadanos, al ver como en positivo se puede trasladar el mensaje de que no es tan necesario ir juntos (algunos siempre se han puesto a la defensiva aludiendo a no ser un apósito del PSOE, el hermano menor, la muletilla, absorbidos....) como trabajar juntos.
Y es que aquí no estamos para contar nuestras vidas, si no para solucionar la de nuestros paisanos. Así, los socialistas hemos puesto en marcha la campaña mejor organizada de nuestra Historia reciente, dado que estamos recogiendo el sentir de la gente. Nos vemos inmersos en sus problemas que se convierten en los nuestros. Compartimos sus dramas. Lucharemos por sus carencias. Combatiremos las impresionantes injusticias que la derecha ha cosechado en tan sólo cuatro años en la región.
Cuando hablamos de ideología, no estamos teorizando, tenemos miles de ejemplos concretos. De dramas. De desigualdades. De casos de intolerancia que vamos a temporalizar la respuesta y con ello evitar la demagogia y las prisas que les han entrado a los anunciadores de medidas de última hora, en una legislatura donde han dejado nuestra tierra yerma.
Evidentemente el PSOE está presente. Por eso hacemos muy bien en reivindicar nuestras siglas. En estar orgullosos de nuestra Historia. En reconocer nuestros errores y debilidades, pues ellos serán el detonante de la inminente fortaleza del Partido. La movilización general en torno al referente de la izquierda es ya un hecho.
Otros se dedican a atacar a la patronal, a los sindicatos, a la policía, a los desahuciados, a los agricultores, a los docentes, a los cooperativistas, a las pequeñas empresas.... en fin un catálogo interminable de despropósitos que pronto van a tener feliz término.
Frente al Gobex, la Junta de Extremadura, frente al Parlamento, nuestra querida Asamblea, frente al desprecio de la labor de los profesionales de Canal Extremadura, la defensa de los medios de comunicación públicos y el aplauso hacia la independencia de los privados.
Desde el respeto por las formas hasta la convicción profunda en la creencia de que hay muchas otras formas de mejorar la vida de los ciudadanos, abogaremos por construir un nuevo edificio para una nueva época. Cimientos sólidos tenemos.
Volverá la alegría a las calles extremeñas. Volverá el ansia de recuperar todo lo perdido. Volverá la ilusión de compartir consensos. Hablaremos. Debatiremos. Escucharemos. Ya lo estamos haciendo.

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