miércoles, 17 de marzo de 2010

ÉTICA PÚBLICA/ÉTICA PRIVADA

ÉTICA PÚBLICA/ÉTICA PRIVADA
Hablaba Victorino Mayoral en el salón de Actos del Centro de Profesores y Recursos de Badajoz sobre Educación para la Ciudadanía bajo un prisma lejano al ruido que se ha venido creando cursos atrás y que, afortunadamente para toda la comunidad educativa se ha conseguido, entre todos, normalizar la impartición rutinaria de esta disciplina o materia escolar, como una más del curriculum.
El debate sobre el desacuerdo tiene como antecedentes dos posibles opciones acerca de la implantación del concepto de ciudadanía en nuestra sociedad actual y fundamentalmente con la vista puesta en la formación de las generaciones futuras.
Por un lado están aquellos que, viendo el panorama, señalan que poco o nada se puede hacer en un entorno rodeado de corrupción, de deslegitimación de la política e incluso existe un sector que aprecia poca preparación para asumir el reto de una convivencia civilizada.
Por otra parte, estamos los que, precisamente ante una situación como la descrita anteriormente, somos conscientes de que hay mucho por hacer. Ante este déficit democrático sólo cabe la educación. Es necesario limpiar la imagen estereotipada en negativo de todo lo relacionado con la cosa pública. Es imprescindible no generalizar conductas irrevocablemente perjudiciales para la definición de la política. En definitiva hay que enseñar desde pequeños ( desde las instituciones, además de las familias) cosas tan elementales como que el maltrato en casa es malo o cómo la picaresca para evitar el pago de impuestos es profundamente insolidaria.
Así, la ética pública es necesaria y la escuela es su instrumento. La ética privada no es incompatible con la anterior. Es algo personal de cada uno y está en función de la conciencia particular. Pueden ser perfectamente coincidentes. O nó. Debe quedar relegada al hogar.
La sentencia del Tribunal Supremo sobre la materia lo apunta de manera clara: El Estado está obligado a educar para la democracia. Además insiste de manera contundente en que la asignatura no adoctrina. Recoge derechos y deberes. Su paradigma es la Constitución. Cosa distinta es el carácter que le dan determinados textos a los distintos temas con los que podremos estar más o menos de acuerdo.
Finalmente, conviene precisar que la ciudadanía es una conquista realizada a lo largo del tiempo. Con sus vaivenes y fluctuaciones históricos en función de la dimensión de la libertad de los pueblos.

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