domingo, 27 de abril de 2025
LOS DESCENDIENTES
El mes pasado presentamos en el Salón de Actos que tiene la Diputación de Cáceres en Pintores, 10, el libro del catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, Gutmaro Gómez Bravo: Los descendientes.
Esta obra me sirve para realizar algunas reflexiones en torno al papel de la familia y la Memoria. Sobre todo, si se parte de una situación como la española, donde, mientras en Europa se comenzaba la justicia transicional, aquí se mantenía la memoria del castigo. La de los vencedores y vencidos.
En el caso que analizamos se pueden observar las visiones de un mismo tema por parte de cuatro generaciones. En ellas se relaciona, una vez más, Historia y Memoria. Lo público y lo privado. El archivo y el entorno familiar.
En la era digital en la que nos desenvolvemos se puede construir un pasado a media ( muchas veces fundamentado en bulos). Por esta razón, la cuarta generación está recibiendo, en buena medida,la misma visión del pasado tergiversada que sufrió la primera ( impuesta, como indica el autor, a sangre y fuego). Se recibe una visión virtual de la Historia que encima hacen viral, mientras los descendientes de las víctimas tienen una visión heredada de lo que les contaron sus familiares ( incluidos sus obligados silencios).
Las generaciones de jóvenes que se marcharon a Europa en las décadas de los 50 y 60 del pasado siglo ( sobre todo a Alemania, Francia o Suiza) no se fueron, en su mayoría porque buscasen restaurar la Democracia, ni la República ( muchos de ellos ni la conocieron), sino por mejorar sus condiciones de vida.
Sin embargo, se encontraron allí la libertad y una vida muy diferente a la que dejaron atrás. Es como una enfermedad en la que se prima la memoria corta a la larga ( con expresiones como “ de eso no se habla…”.
Más adelante el papel reivindicativo de la Universidad y de los movimientos sociales organizados, junto al choque entre los dirigentes de los partidos políticos en la oposición a la dictadura que se encontraban en el interior y los del exilio,hizo que se priorizaran otros temas alejados de los meramente derivados de la contienda bélica civil.
Así, miles de familias durante la Transición ni siquiera sabían dónde estaban los restos de sus seres queridos asesinados en la guerra. Muchos otros sí conocían el sitio exacto de las fosas comunes, pero no podían exhumarlos. Todavía ahí seguimos…
Estas políticas de memoria han devenido en partidistas por la mera razón de que desde la derecha no se entiende que sea una cuestión de Estado y rechazan el consenso. Incluso podemos escuchar hasta a diputados de VOX que se vanaglorian de que los jóvenes están descubriendo las bondades del franquismo gracias a las redes sociales. O incluso se divierten con juegos en los que se presenta a Franco como un héroe.
Es el terreno de lo fugaz, de lo inmediato y no reflexivo que contrasta con la oleada que se produjo a partir de 1980 con la apertura y consulta de documentos en los Archivos ( algunos todavía vedados) y la publicación de libros, tesis doctorales, trabajos de investigación…
En definitiva, los descendientes, varias visiones de la Historia y de la Memoria.
domingo, 20 de abril de 2025
OLVIDO
La Memoria no es sólo el recuerdo, se construye también mediante el olvido. De ahí lo selectivo del proceso y lo subjetivo, frente al análisis crítico de la Historia y el manejo de fuentes que los historiadores consideran más racionales.
Sin embargo, desde mi punto de vista, hay que ser prudente y poner en el ámbito de la duda la fiabilidad de las fuentes, según la procedencia. De esta forma, hemos podido comprobar en nuestras visitas a los diferentes Archivos que determinados acerbos documentales que tienen su procedencia en regímenes dictatoriales fuerzan, a propósito, un relato destinado a su legitimación.
Así se construye un impuesto juicio de valor sobre las personas investigadas ( en el caso, por ejemplo de expedientes o informes policiales, incluso de sentencias judiciales amparadas en sistemas nada democráticos y en los que la defensa queda prácticamente anulada con la denominada “ justicia a la inversa”).
De esta forma, muchas personas investigadas, enjuiciadas, incluso asesinadas, ven reflejadas un supuesto perfil personal, tan falso que ahora, décadas después, sus familiares pugnan por reivindicar su auténtica realidad. Así, al menos se restaura, aunque sólo sea simbólicamente, el daño causado.
Por otra parte, por supuesto que las Dictaduras también tienen Memoria Histórica. Está basada en el miedo y en levantar oscuridad sobre lo construido anteriormente y destruido con los golpes de Estado. Hacen especial hincapié en la educación y la cultura.
Pese al debate académico sobre la contradicción entre ambos términos ( Memoria e Historia) me sirve de argamasa para seguir defendiendo y apoyando aún más el concepto de Memoria Democrática: la necesidad de mantener, conservar y consolidar los valores democráticos y su contraposición con los valores de la Dictadura.
Son las ideologías identitarias de los regímenes no democráticos que tan bien ha estudiado el profesor César Rina: la nomenclatura de las calles ( no exentas de inconvenientes para la ciudadanía, tema nada novedoso y actual) y la creación de espacios simbólicos.
Más ejemplos los tenemos en la educación de la población para la celebración de actos públicos masivos ( supuestamente “espontáneos”) o los reconocimientos honorarios a personajes que tenían una misión pedagógica entre la ciudadanía como forjadora de Memoria.
Algo similar está haciendo en la actualidad el PP de Extremadura. Al contrario que la derecha europea, moderna y moderada, con la propuesta de Ley de Concordia no sólo pactan, se abrazan y se echan en manos de la extrema derecha, como preclaros nostálgicos del Antiguo Régimen.
domingo, 13 de abril de 2025
ESTRAGOS
Volviendo a las consecuencias de la Propuesta de Ley de Concordia, si bien se amplía el ámbito cronológico desde 1931 hasta nuestros días y se incluyen a las víctimas del terrorismo, entendemos que estos detalles podrían incluirse en un modificación de la ley actual si se debatiese o consensuase. De cualquier forma conviene recordar que una de las intenciones de las leyes actuales es impulsar las actuaciones tendentes a reconocer el camino hacia la conquista de las libertades desde 1812 hasta hoy. Y eso es lo que estamos haciendo. Posibilitando iniciativas pedagógicas tendentes a diferenciar lo que supone una Dictadura frente a una Democracia. Incluyendo la denuncia hacia todo tipo de terrorismo.
Hablan en la Propuesta de exhumaciones, de censos de víctimas, de mapas de fosas... ¡Pero eso ya se contempla en la actual ley! Y además sumamente más claro y definido.
Por el contrario, surgen las dudas ante la desaparición en la ley del movimiento memorialista que tanto trabajo ha venido haciendo, al menos de forma organizada, desde el año 2002 en Extremadura. Ya no están presentes en ningún Comité, Consejos… ni se les menciona siquiera. Eso significa tratar de amordazar a la sociedad civil y y silenciar el esfuerzo que vienen realizando para mantener viva la Memoria de las víctimas y a sus familiares.
Ahora se “inventan” un colectivo denominado “ entidades vinculadas a la concordia”. A saber cómo se procederá a su reconocimiento, dado que en su art. 17 las definen en condicional con un “ podrían se reconocidas las entidades vinculadas a la concordia… por defender la dignidad de todas las víctimas”.
En conclusión, no hay ni una sola alusión a la Memoria Histórica y Democrática ( al parecer no le dan importancia a estos conceptos). Desaparece el papel del movimiento asociativo vinculado a la recuperación de la Memoria Histórica y Democrática. No hay tampoco ninguna referencia a la simbología franquista: esto no sabemos qué repercusión puede tener: ¿ dejarían de retirar los símbolos de la Dictadura que todavía persisten? ¿ volverían a colocar los ya retirados? La respuesta a mi juicio está en la Ley Nacional de Memoria Democrática vigente y que por lo tanto es de obligado cumplimiento. Se produce asimismo un olvido deliberado al papel explícito de las mujeres y del colectivo LGTBI en relación con la represión de la Dictadura ( será que lo relacionan con el cuestionamiento de la extrema derecha, por ejemplo, de la violencia de género…).
Son, por consiguiente, infinitamente más las repercusiones negativas de la Propuesta de ley de Concordia, con respecto a las numerosas cosas que suprimen, que las pocas novedades que introducen.
En definitiva, lo que se pretende con esta Propuesta de ley de Concordia va a conseguir el efecto contrario. Por un lado y como acabamos de mencionar, a efectos prácticos, sigue vigente en Extremadura la Ley Nacional. Por otra parte, va a ser un estímulo para que las dos Diputaciones provinciales refuercen sus Servicios de Memoria Histórica y Democrática. Los próximos meses van a ver un caudal muy numerosos de actividades. Que no quepa la duda, lo que la Junta no haga lo haremos desde las Diputaciones. Esa alergia que tienen las derechas a la palabra Memoria ( y mucho más si le añades los conceptos “Histórica y Democrática”) provocará, sin embargo, como venimos comentando que haya Memoria para rato...
domingo, 6 de abril de 2025
CONCORDIA
Al hilo de la denominada Propuesta de Ley de Concordia presentada en la Asamblea de Extremadura por el PP y por VOX haré una serie de reflexiones por las que, una vez leída y analizada, considero innecesaria esta iniciativa.
Si bien se parte de una serie de lugares comunes aceptados por la mayoría, utilizando conceptos como reconciliación, convivencia, principios democráticos… o haciendo alusiones a la Constitución de 1978 o a la Transición, se obvian muchas otras cosas ( que las iremos comentando) y fundamentalmente la principal: la ley de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura tenía como uno de sus principales objetivos resarcir a las víctimas de la Dictadura franquista ( verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición).
Amplían el marco cronológico desde 1931 hasta nuestros días, incluyendo a las víctimas del terrorismo ( por cierto, en la actual ley se impulsan los valores democráticos, con lo que se impulsan acciones que contribuyan a la lucha por la libertad, evidentemente incluidas las que combaten el terrorismo).
En ningún momento se menciona en la propuesta de ley presentada quién inició el golpe de Estado contra la Democracia y sobre todo la represión subsiguiente durante los 40 años de Dictadura. Es decir, una vez terminada la guerra civil, no parece importarles a los proponentes qué sucedió en España ( y por ende en Extremadura): asesinatos, encarcelamientos, torturas, represión...ni tampoco quieren poner el acento en los responsables de esta barbarie ( en su afán de ocultar la Historia).
Llama mucho la atención las alusiones a la libertad de expresión y de opinión. Aquí surgen los primeros interrogantes: ¿ quién la impide con la actual ley? Que se sepa, la única vez que estos derechos han sido cercenados han sido precisamente durante los años de la Dictadura franquista, de la que ahora, precisamente, no quieren hablar.
En esa misma línea, ¿ cómo se produce la intromisión del Estado en la conciencia de los españoles? En la actual ley, a lo que se refiere, es justamente a lo contrario: la necesidad de impulsar una Memoria Democrática que posibilite el pluralismo y la diversidad.
En los objetivos de la ley de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura se señala en su artículo 1, literalmente: “ recuperar la Memoria Histórica en relación con las personas extremeñas que padecieron persecución o violencia por razones políticas, ideológicas, de creencia religiosa, de género o identidad, reconociendo la memoria de los que fueron represaliados en nuestra región”.
Por eso la Ley de Concordia parte de una premisa rotundamente falsa, nunca se ha pretendido diferenciar a las víctimas ( esto queda mucho más claro, si se leyeran el artículo destinado a su definición). Todo ello, sin evitar el reconocimiento y el tratamiento que las víctimas del bando perdedor en la guerra civil tuvieron durante muchos años ( miles de ellos todavía en fosas comunes y cunetas).
En definitiva, entiendo que no es necesario sustituir y derogar la ley actual ( se podría entrar en el debate de actualizarla). Es mucho más prioritario desarrollarla. Pero de eso seguiremos hablando en próximos artículos.
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