Este jueves, en el Ateneo de Cáceres, la
Fundación CIVES organizó la presentación del libro del periodista Raimundo
Castro: Los imprescindibles. Por cierto, una excelente noticia, por la acogida
del público a un acto cultural de estas características en esta época del año
y, sobre todo, por descubrir que nos encontramos ante una más que interesante
lectura recomendable para este verano.
Si el objetivo, como diría uno de los
protagonistas, es combatir el olvido, veremos en la novela una historia basada
en la mezcla de varias peripecias relacionadas con la guerra, la resistencia a
la Dictadura y fundamentalmente el amor. Todo ello aderezado de traiciones,
chivatos y vicisitudes vitales de los bandoleros, según la versión oficial del
régimen.
Por otro lado, se hace una descripción
minuciosa de nuestra tierra, con guiños incluidos a personajes reales actuales,
para los que se crea un equivalente de ficción. Se ven muy representados: Almoharín,
Montáchez, Cáceres, el valle del Jerte, los Ibores… y con una dedicación
especial a Torrealba ( el nombre elegido para Torremocha, el centro de todas
las historias).
Si bien se trata de una novela,
observamos elevadísimas dosis de documentación histórica y personajes que
existieron asociados a acontecimientos minuciosamente sucedidos ( por poner
algunos ejemplos reseñables: la incursión en la sierra del guerrillero Pinto,
las atrocidades de Gómez Cantos, la visita de Hemingway a Castuera…), o las alusiones
al profesor Julián Chaves o a Dolores Cabra ( una de las pioneras del
movimiento memorialista).
Aunque todo se desenvuelve en una
constante ida y vuelta de Torrealba a Madrid, el fondo está nutrido de un
atractivo diálogo intergeneracional que comienza en una manifestación del
famoso 15 M en la capital con el encuentro entre una joven médico y un abuelo
que vivió las penalidades de la España de posguerra desde el lado de los
vencidos, pero no derrotados. A partir de ahí, de nuevo, la memoria…
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