RECONOCIMIENTO
Este fin de semana he estado en Acehuche en el homenaje a Constante
quien fuera el alcalde de esta localidad durante más de 25 años.
Fue un acto que hubiera tenido un sentido de reconocimiento completo
si se hubiese realizado en vida. Lamentablemente Constante nos dejó
de manera prematura y repentina. Por eso mereció la pena que muchos
vecinos, compañeros, alcaldes... estuviéramos presentes este
domingo en el Pabellón Polideportivo que desde ese día lleva
justamente su nombre.
Fue un acto multipartidista. Es decir, tras tanto tiempo
desviviéndose por sus paisanos, quitando, como insistieron varios
oradores, tiempo a su familia y su trabajo, estábamos hablando no
sólo del buen político, sino de la mejor persona.
Allí estaban sus familias, la de sangre, la política y la de los
que apreciaron su buen hacer. Allí pudimos escuchar, casi al borde
del llanto, las anécdotas de los más próximos que parecía que
narraban una conversación con alguien que indudablemente estaba
presente.
La bondad, el sacrificio por los demás, el priorizar lo más cercano
antes que su desarrrollo profesional, el unir la buena política con
la excelente condición humana, el traspasar la frontera de su propio
Partido para ofrecerse a los demás, fueron la seña de identidad de
las intervenciones que pudimos escuchar a lo largo de toda la mañana.
Pero quizás lo más importante fueron sus obras. Es indudable que
hay un antes y un después en el pueblo, tras el paso de Constante
por la alcaldía. La demostración palpable de la increible
transformación de la localidad es la prueba de la unión entre unas
firmes creencias, las socialistas y el deseo de conseguir los mejores
servicios para los habitantes de Acehuche. Incluso ante lo que
algunos pensaron poco posibles de conseguir, como fue el caso
precisamente del Pabellón polideportivo en una localidad de poco más
de 1000 habitantes.
Eso sí, es el fiel reflejo de la lucha de tantos alcaldes y
concejales en los inicios de la actual democracia por perseguir la
igualdad. Por enhebrar las condiciones de vida que se pueden obtener
en la ciudad con las ventajas de vivir en el ámbito rural. Por
fidelizar la población al territorio.
De esa forma, fueron muchos los
compañeros de otras localidades que se vieron reflejados en el
espejo de este alcalde de pueblo. Que se sintieron orgullosos de
haber compartido tiempo e ideas con él. Que están dispuestos a
recoger el testigo y seguir soñando realidades. Que saben que no
sólo queda el recuerdo.
Esperemos, pues, que pronto podamos celebrar que la semilla plantada
por Constante sigue germinando, primavera tras primavera, en muchas
de nuestras poblaciones. Pongámonos a ello. No podemos obviar las
referencias.
RECONOCIMIENTO
Este fin de semana he estado en Acehuche en el homenaje a Constante
quien fuera el alcalde de esta localidad durante más de 25 años.
Fue un acto que hubiera tenido un sentido de reconocimiento completo
si se hubiese realizado en vida. Lamentablemente Constante nos dejó
de manera prematura y repentina. Por eso mereció la pena que muchos
vecinos, compañeros, alcaldes... estuviéramos presentes este
domingo en el Pabellón Polideportivo que desde ese día lleva
justamente su nombre.
Fue un acto multipartidista. Es decir, tras tanto tiempo
desviviéndose por sus paisanos, quitando, como insistieron varios
oradores, tiempo a su familia y su trabajo, estábamos hablando no
sólo del buen político, sino de la mejor persona.
Allí estaban sus familias, la de sangre, la política y la de los
que apreciaron su buen hacer. Allí pudimos escuchar, casi al borde
del llanto, las anécdotas de los más próximos que parecía que
narraban una conversación con alguien que indudablemente estaba
presente.
La bondad, el sacrificio por los demás, el priorizar lo más cercano
antes que su desarrrollo profesional, el unir la buena política con
la excelente condición humana, el traspasar la frontera de su propio
Partido para ofrecerse a los demás, fueron la seña de identidad de
las intervenciones que pudimos escuchar a lo largo de toda la mañana.
Pero quizás lo más importante fueron sus obras. Es indudable que
hay un antes y un después en el pueblo, tras el paso de Constante
por la alcaldía. La demostración palpable de la increible
transformación de la localidad es la prueba de la unión entre unas
firmes creencias, las socialistas y el deseo de conseguir los mejores
servicios para los habitantes de Acehuche. Incluso ante lo que
algunos pensaron poco posibles de conseguir, como fue el caso
precisamente del Pabellón polideportivo en una localidad de poco más
de 1000 habitantes.
Eso sí, es el fiel reflejo de la lucha de tantos alcaldes y
concejales en los inicios de la actual democracia por perseguir la
igualdad. Por enhebrar las condiciones de vida que se pueden obtener
en la ciudad con las ventajas de vivir en el ámbito rural. Por
fidelizar la población al territorio.
De esa forma, fueron muchos los
compañeros de otras localidades que se vieron reflejados en el
espejo de este alcalde de pueblo. Que se sintieron orgullosos de
haber compartido tiempo e ideas con él. Que están dispuestos a
recoger el testigo y seguir soñando realidades. Que saben que no
sólo queda el recuerdo.
Esperemos, pues, que pronto podamos celebrar que la semilla plantada
por Constante sigue germinando, primavera tras primavera, en muchas
de nuestras poblaciones. Pongámonos a ello. No podemos obviar las
referencias.
RECONOCIMIENTO
Este fin de semana he estado en Acehuche en el homenaje a Constante
quien fuera el alcalde de esta localidad durante más de 25 años.
Fue un acto que hubiera tenido un sentido de reconocimiento completo
si se hubiese realizado en vida. Lamentablemente Constante nos dejó
de manera prematura y repentina. Por eso mereció la pena que muchos
vecinos, compañeros, alcaldes... estuviéramos presentes este
domingo en el Pabellón Polideportivo que desde ese día lleva
justamente su nombre.
Fue un acto multipartidista. Es decir, tras tanto tiempo
desviviéndose por sus paisanos, quitando, como insistieron varios
oradores, tiempo a su familia y su trabajo, estábamos hablando no
sólo del buen político, sino de la mejor persona.
Allí estaban sus familias, la de sangre, la política y la de los
que apreciaron su buen hacer. Allí pudimos escuchar, casi al borde
del llanto, las anécdotas de los más próximos que parecía que
narraban una conversación con alguien que indudablemente estaba
presente.
La bondad, el sacrificio por los demás, el priorizar lo más cercano
antes que su desarrrollo profesional, el unir la buena política con
la excelente condición humana, el traspasar la frontera de su propio
Partido para ofrecerse a los demás, fueron la seña de identidad de
las intervenciones que pudimos escuchar a lo largo de toda la mañana.
Pero quizás lo más importante fueron sus obras. Es indudable que
hay un antes y un después en el pueblo, tras el paso de Constante
por la alcaldía. La demostración palpable de la increible
transformación de la localidad es la prueba de la unión entre unas
firmes creencias, las socialistas y el deseo de conseguir los mejores
servicios para los habitantes de Acehuche. Incluso ante lo que
algunos pensaron poco posibles de conseguir, como fue el caso
precisamente del Pabellón polideportivo en una localidad de poco más
de 1000 habitantes.
Eso sí, es el fiel reflejo de la lucha de tantos alcaldes y
concejales en los inicios de la actual democracia por perseguir la
igualdad. Por enhebrar las condiciones de vida que se pueden obtener
en la ciudad con las ventajas de vivir en el ámbito rural. Por
fidelizar la población al territorio.
De esa forma, fueron muchos los
compañeros de otras localidades que se vieron reflejados en el
espejo de este alcalde de pueblo. Que se sintieron orgullosos de
haber compartido tiempo e ideas con él. Que están dispuestos a
recoger el testigo y seguir soñando realidades. Que saben que no
sólo queda el recuerdo.
Esperemos, pues, que pronto podamos celebrar que la semilla plantada
por Constante sigue germinando, primavera tras primavera, en muchas
de nuestras poblaciones. Pongámonos a ello. No podemos obviar las
referencias.
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/reconocimiento_851834.html