Acabo de leer el interesante nuevo libro
de Guillermo León sobre la construcción de la alternativa socialista en los
primeros años de la Transición en la provincia de Badajoz. La Historia, tanto
la reciente como la más distanciada, es una buena muestra de cómo, aparte de
aprender de ella, nos ilumina con anécdotas que hacen que sepamos apreciar lo
que tenemos. También lo que hemos avanzado. También lo que se repite y no nos
hace únicos. Ni en lo bueno, ni en lo malo.
Así, entre 1974 y 1978, convivían 3
opciones, tanto a nivel nacional, como regional del ideario socialista: el PSOE
Histórico ( fundamentado sobre todo en la fuerza del exilio), el Renovado ( con
el empuje de los jóvenes del interior) y el PSP ( que gravitaba en torno a la
personalidad del profesor Tierno Galván).
Todos ellos tuvieron una singladura
especial y terminaron en la unión en la fuerza que se llegó a denominar “del
cambio”: el PSOE.
Resulta curioso ver las circunstancias en
las que se desenvolvieron. Las discusiones entre sus primeros dirigentes. La
celebración de sus primeros Congresos y elección de cargos de responsabilidad
en una Democracia recién estrenada.
La creación de las nuevas Agrupaciones
locales ( muchas de ellas herederas de la Segunda República). Las dificultades,
por el miedo, para lograr implantarse. Y su reverso, la ilusión.
Los primeros mítines. Las primeras
elecciones. Las relaciones con los viejos veteranos y con los sindicatos, en
especial con la UGT.
El poder de la memoria y de la represión.
Y sobre todo, los símbolos. Era curioso
escuchar la Internacional en muchos de nuestros pueblos donde durante 40 años
sólo se había oído “El cara al sol”.
También el riesgo de significarse. En ese
sentido son muy atractivas algunas anécdotas, como la de Paco Fuentes,
histórico dirigente de estos primeros años quien dio un mitin en la plaza de
Táliga, completamente sólo, mientras el público le escuchaba desde dentro de
los bares sin atreverse a salir.
Costaba trabajo ir acostumbrándose a la
convivencia con los partidos políticos y sus rutinas. En Hervás, la Guardia
civil irrumpe en un mitin donde los asistentes levantaban el puño entonando la
Internacional. Los guardias al verlos, se animaron y lo levantaron también
ellos. Otros tiempos.
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