domingo, 2 de febrero de 2025
ESTULTICIA
Anda ofendido el Partido Popular regional porque no se han aprobado los Presupuestos de la Junta de Extremadura para 2025. Parece que sus diputados son nuevos ( y mira que algunos del grupo parlamentario llevan un montón de trienios en el hemiciclo) y, supuestamente, la dirección de su grupo tiene asesores que les deberían hacer comprender la realidad. Tanto la actual, como la movible o cambiante.
Es de muchos conocido, que antes de votar el conjunto del Presupuesto se debaten las enmiendas parciales presentadas y las no aprobadas previamente en Comisión. Pero, sobre todo, cada grupo parlamentario, el día de la votación hace sus propias propuestas de agrupación de enmiendas para votarlas por separado.
Por consiguiente, es evidente que se pueden adivinar con antelación las intenciones de voto de cada uno. Por eso, el supuesto plan frankenstein que se ha inventado el PP y que consistiría en que el PSOE torpedearía las cuentas regionales gracias al apoyo y a la alianza con la extrema derecha de VOX no tiene, ni lógica, ni sentido.
Como todo el mundo sabe, tirando de ironía, el PSOE y VOX tienen enormes afinidades y comparten muchas iniciativas ( sobre todo las ideológicas) que presuntamente ( para la ingeniería política del PP extremeño) señalaban el acuerdo en firme entre ambos. Por eso, a su juicio, lo mejor para los extremeños era retirar los Presupuestos ( en caso contrario, parecen decir, ¡serían las cuentas del PSOE!)
De qué nos vale acudir a los centros escolares a explicar el valor de la democracia. De qué vale señalar lo importante que es el poder del convencimiento. De qué nos vale incidir en que lo fundamental para los políticos es guiarse por el interés general en lugar de por el partidista. Si cuando se producen escenas como las anteriormente descritas ( la retirada de las cuentas regionales), se traslada a la opinión pública una serie documentada de noticias falsas ( o cuanto menos se oculta parte de la información en la toma de decisiones).
Todo esto por no contar que, pese a la excepcionalidad, el debate de enmiendas parciales ha permitido, habitualmente, sacar adelante algunas iniciativas no previstas por el partido que sustenta al gobierno.
Ese es el valor de la democracia: la aprobación de las propuestas cuando cuentan con el apoyo de la mayoría de la Cámara.
Sin embargo, perpetuamos, entre las generaciones más jóvenes, la idea de la política como un teatro donde nuestros representantes, en lugar de debatir, se enfrentan y sólo prefieren hablar, como he insistido miles de veces, para los diputados de su bancada o incluso haciendo especial hincapié en buscar la atención específica de sus seguidores más enfervorecidos.
De ahí la estulticia, la idiotez, la memez de hacer propaganda y de impulsar mensajes que más que aclarar las situaciones confunden a la ciudadanía. Se presuponen tantas cosas...
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